El Gremio de Cerrajeros de Cataluña ha emitido una contundente advertencia ante el aumento de fraudes y abusos en los servicios de cerrajería de urgencia. La organización recomienda a los ciudadanos que, ante tarifas desorbitadas, como 400 euros por abrir una puerta, acudan inmediatamente a los Mossos d’Esquadra.
Recientes incidentes han revelado que un número creciente de personas está siendo forzadas a pagar sumas excesivas por servicios de cerrajería. En respuesta, el gremio ha decidido intervenir para informar a los ciudadanos sobre las tarifas razonables y animarles a tomar acciones legales si se consideran víctimas de fraude.
Un portavoz del gremio destacó: «Una intervención urgente para abrir una puerta no debería costar más de 150 o 200 euros, incluso en horario nocturno o festivo». Señaló que cualquier tarifa de 400 euros o más probablemente indica que la empresa o individuo está aprovechándose de la situación del cliente.
Para brindar un mejor apoyo, el Gremio de Cerrajeros de Cataluña ha habilitado una línea directa para ofrecer asesoramiento gratuito a quienes necesiten servicios de cerrajería. A través de esta línea, se remiten a los ciudadanos a profesionales acreditados con tarifas transparentes.
Los Mossos d’Esquadra respaldan plenamente la iniciativa del gremio. La policía autonómica ha comenzado a emitir advertencias públicas sobre el problema y recuerda que las prácticas abusivas son denunciables. Recomiendan solicitar siempre un presupuesto previo y exigir factura, elementos vitales para interponer una denuncia si es necesario.
Estos esfuerzos buscan frenar una alarmante tendencia que deja a muchos ciudadanos en desamparo económico y emocional. Perder las llaves o quedarse fuera de casa ya es estresante, y ser víctima de un fraude solo empeora la situación.
El Gremio de Cerrajeros de Cataluña insiste en la importancia de mantener la calma y usar los recursos disponibles para evitar abusos. Recuerdan que una llamada a los Mossos y al gremio puede marcar la diferencia entre pagar un precio justo o ser víctima de un fraude.
