Admiten en el hospital al ciudadano francés señalado por intoxicar a su esposa para facilitar abusos de terceros

La ciudad de Aviñón, en el sureste de Francia, ha visto cómo uno de sus juicios más controvertidos se ha paralizado temporalmente debido a la hospitalización del acusado, Dominique Pelicot, quien enfrenta cargos por drogar a su esposa durante años para que otros cometieran abusos sexuales contra ella en estado de inconsciencia. La hospitalización ocurrió este martes, dejando en suspenso tanto su declaración como la continuación del proceso judicial.

La abogada de Pelicot, Béatrice Zavarro, informó a los medios de comunicación durante un receso del juicio que Pelicot, de 71 años, fue ingresado en el hospital para recibir tratamiento médico. El acusado había comenzado a presentar síntomas el pasado viernes de lo que podría ser una infección urinaria o quizás un cólico nefrítico, según explicó Zavarro. También insinuó que Pelicot no había recibido la atención necesaria durante el fin de semana.

A la llegada al juzgado esta mañana, el presidente del Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, Roger Arata, indicó que Pelicot no estaría en condiciones de declarar por la tarde como estaba previsto debido a su problema de salud. Aunque inicialmente no se comentó sobre un posible ajuste en la agenda del tribunal, la situación cambió cuando Pelicot tuvo que ausentarse. Tras su ausencia, Arata solicitó un peritaje médico para determinar el estado de salud del acusado y decidir cómo proceder.

Zavarro defendió la necesidad de un aplazamiento del proceso, considerándolo indispensable si se desea continuar en ausencia de Pelicot. La letrada rechazó las especulaciones surgidas sobre una posible maniobra de su cliente para evitar declarar, asegurando que este tenía la intención de «responder a todas las preguntas» pero se ha visto impedido por este inesperado problema de salud.

El caso ha causado conmoción en la opinión pública y los medios de comunicación, no solo por la gravedad de las acusaciones sino también por las palabras de la víctima, quien ha descrito los actos no como una violación sino como «barbarie». La imagen de Gisele Pelicot, la esposa drogada por su marido, ingresando al juzgado, ha circulado ampliamente, dando rostro a la indignación y al dolor provocado por este caso. Con la reciente hospitalización de Pelicot, el proceso queda en pausa, pendiente de una resolución que parece se dilatará un poco más en el tiempo.

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