Desesperación y lealtad en el palacio: la saga de Jana y Manuel
La situación de Jana, interpretada por uno de los intérpretes más sobresalientes del elenco, se ha convertido en el eje central de los últimos episodios, con el decaimiento físico y moral de todos los residentes del palacio que le hace caer en una profunda desesperación. Manuel, su compañero y confidente, no es capaz de separarse de su lado, y su lealtad conmueve a los espectadores más renuentes.
La conexión existente entre los dos personajes ha sido, y sin duda que será, una de las bases emocionales de la serie y eso condiciona que el hecho de que puedan separarse duela tanto a los personajes como a aquellos seguidores que observan atentamente la situación desde el otro lado de la pantalla. El clima que genera la residencia en el palacio es de tensión contenida.
Las oraciones y las súplicas son cada vez más continuadas, y el destino de Jana parece estar sellado. Los guionistas han elaborado toda una radiografía en la que confluyen la esperanza y la tragedia y hacen que el espectador viva una situación de limbo emocional. ¿Hay un milagro que salve a Jana o su conclusión será la trágica que se presagia? La desembocadura promete ser descorazonadora.
Curro: La búsqueda de justicia y redención
La historia de Curro, el personaje central, está muy dolida por lo que ha sucedido. La búsqueda del responsable del atentado a Jana será su objetivo vital, aquel que lo consumirá por completo. Su sufrimiento es evidente, y su empeño por dar con el responsable de sus males, da un plus de intensidad a la trama. Curro no irá a descansar hasta que se haga justicia, pero ¿qué precio jugará a cambio? La evolución de Curro, el conductor de un personaje secundario a uno central, dentro de esta historia de venganza y redención que nos ocupa, es uno de los hitos más remarcables de esta entrega.
Pero además, la situación de Jana ha puesto en la acción las debilidades y las fortalezas de cada personaje. Unos se ven unidos en un frente para arrebatarla, ya que otros han aprovechado la disputa para obtener sus beneficios propios. Este choque de la solidaridad, y en algunos casos del egoísmo, hace rico el relato y, da cuenta cómo la desgracia hace florecer lo mejor y lo menos bueno de las personas.
