Adif continúa avanzando en la modernización de la red ferroviaria convencional, prestando especial atención a la resiliencia ante fenómenos meteorológicos adversos. Recientemente, la entidad ha adjudicado un contrato por 1,6 millones de euros para el despliegue de equipos en las líneas Manzanares-Ciudad Real y Ciudad Real-Puertollano. Esta inversión tiene como objetivo reforzar la protección de las infraestructuras ferroviarias frente a eventuales caídas de rayos y descargas eléctricas durante tormentas, con el fin de aumentar su fiabilidad.
La intervención incluye la instalación de nuevos pararrayos autovalvulares y limitadores de tensión a lo largo de todo el trazado de aproximadamente 105 kilómetros, abarcando once estaciones: Manzanares, Azuer, Daimiel, El Campillo, Almagro, Pozuelo, Miguelturra, Ciudad Real, Cañada de Calatrava, Calatrava y Puertollano. Asimismo, se prevé el despliegue de nuevos dispositivos de protección para la línea aérea de contacto, además de la colocación de viseras en pasos superiores y la renovación de las puestas a tierra del sistema de electrificación de las líneas.
Los trabajos se realizarán de manera que se compatibilicen con el servicio ferroviario, buscando así minimizar las interrupciones en la circulación. El propósito final es aumentar la fiabilidad de la infraestructura y garantizar su disponibilidad, protegiéndola de los efectos de fenómenos meteorológicos adversos, tales como las descargas atmosféricas, la caída de rayos o los choques eléctricos.
Esta actuación se suma a otras iniciativas similares que Adif está implementando en toda la red con el objetivo de reforzar la resiliencia frente a los efectos del cambio climático. Recientemente, la entidad también contrató trabajos paralelos en líneas convencionales de Lleida y Tarragona, así como la optimización del puente ferroviario que cruza sobre el arroyo de La Veguilla en Valdepeñas, una medida destinada a mitigar el impacto de episodios de fuertes lluvias.