Adif ha formalizado la adjudicación de un contrato de servicios de mantenimiento que abarca las instalaciones de control de tráfico y sistemas complementarios en la Línea de Alta Velocidad (LAV) que conecta Madrid con la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia. La operación, valorada en 51 millones de euros, tiene como objetivo garantizar la correcta conservación y el funcionamiento de estas infraestructuras vitales.
El contrato contempla tanto actividades de conservación preventiva como correctiva en un amplio rango de instalaciones, que incluyen señalización, sistemas de protección del tren, telecomunicaciones fijas y mecanismos de seguridad. Estas labores son cruciales para asegurar que los niveles de disponibilidad, eficacia y funcionalidad de estos tramos de la red ferroviaria de alta velocidad se mantengan en condiciones óptimas, tal como ha señalado Adif en su comunicado.
Entre las instalaciones que se beneficiarán de estos servicios se encuentran elementos fundamentales para la gestión del tráfico ferroviario, como los enclavamientos electrónicos, que controlan el funcionamiento de las señales y los cambios de aguja, así como los circuitos de vía que permiten detectar la presencia de trenes en segmentos específicos. Además, el contrato incluye el Control de Tráfico Centralizado (CTC), los sistemas ERTMS y ASFA, así como otros componentes críticos como sistemas de energía, telecomunicaciones fijas, detectores de caída de objetos y cajas calientes.
Las actividades de mantenimiento se llevarán a cabo desde varios centros estratégicos, ubicados en Valdemoro, Tarancón, Cuenca, Iniesta, Requena, Valencia y Albacete, asegurando una cobertura eficaz para toda la línea de alta velocidad implicada en el contrato. Con esta acción, Adif busca no solo mantener la infraestructura en perfecto estado, sino también contribuir a la seguridad y eficiencia del transporte ferroviario en las regiones afectadas.
