La provincia de Cuenca ha sido testigo de una notable movilización del sector agrícola, con 1.400 tractores desplegándose en distintas columnas a lo largo de su geografía. Esta protesta, impulsada por la Asociación en Defensa del Campo de Cuenca (Adeccu), muestra la creciente tensión entre los agricultores y los sindicatos tradicionales.
Pedro Muñoz, vicepresidente de Adeccu, ha manifestado el malestar del colectivo con los sindicatos, a quienes acusa de no representar sus intereses. Muñoz expresó claramente la posición del grupo: «No nos representan y ya no queremos más intermediarios». La desvinculación con los sindicatos subraya un deseo de diálogo directo con las autoridades, sin mediación.
El despliegue de tractores se ha distribuido en cinco columnas que recorren la provincia. Según los datos ofrecidos por Muñoz, Landete cuenta con casi 160 tractores, mientras que en las zonas de Pedroñeras y San Clemente suman más de 500. Cuenca, por su parte, aporta más de 300 tractores a la protesta. Sumando a las columnas participantes de Sacedón (Guadalajara) y Tarancón, el número alcanza la cifra que Adeccu estima en 1.400 tractores.
Esta movilización responde al llamado nacional para exigir cambios en la Política Agraria Común (PAC). Los agricultores critican el aumento de burocracia que, según ellos, está generando empobrecimiento en el campo. El argumento radica en la demanda de una PAC menos burocratizada y con menores restricciones para los agricultores.
Muñoz ha enfatizado que la acción se toma al margen de los sindicatos, que califica como estructuras que «están muertas». Comenta que, mientras en Francia los agricultores están organizándose durante semanas, en España no sucedía lo mismo, lo que ha forzado a una reacción autónoma por parte del sector.
Ese mismo martes, se han puesto en contacto con las autoridades para solicitar una reunión con el delegado provincial de Agricultura y anticipan un posible encuentro al final del día.
La crítica hacia los intermediarios es contundente. «A partir de ahora no queremos mediadores, queremos ser nosotros mismos con nuestras asociaciones quienes hablen con la administración, son parásitos que viven de las subvenciones», afirmó Muñoz, insinuando que los sindicatos se benefician de la burocratización actual al cobrar por gestionarla.
Aunque apoyan los controles fitosanitarios, desde Adeccu reivindican un campo de juego equitativo y piden que no se permita la entrada de productos de terceros países que no cumplan con los mismos estándares exigidos a los productores nacionales.
Muñoz subraya que la organización surge de manera espontánea entre los agricultores, quienes se coordinan y conforman un movimiento que busca aglutinarse también a nivel regional de manera federada. Con estos movimientos, los agricultores de la provincia de Cuenca y alrededores aspiran a tener una voz más directa y representativa ante las políticas que afectan directamente a su labor diaria.