En el último episodio de «Supervivientes All Stars», el plató se tiñó de tensiones cuando Adara Molinero, exconcursante del reality, se negó rotundamente a hablar sobre un tema relacionado con su anterior compañero y breve pareja sentimental, Bosco Blach Martínez-Bordiu. Esta situación marcó la primera aparición de Molinero en el programa después de su expulsión, y lo que prometía ser un regreso digno de atención, rapidamente viró hacia el mal estar debido a las preguntas incisivas de la presentadora Sandra Barneda sobre su relación pasada con Bosco.
La elección de ambos exconcursantes para participar en esta edición especial de «Supervivientes», considerada un encuentro de leyendas del formato, se pensó tentadora por el historial compartido entre ellos. Y es que, tras la emisión de «Supervivientes 2023», Molinero y Blach Martínez-Bordiu dieron de qué hablar al iniciar una breve relación amorosa solo meses después de finalizar su participación en el programa. Aunque la relación fue efímera, la intrigante dinámica entre ambos parecía ser una de las razones clave detrás de su inclusión conjunta en el reality de Cuarzo TV.
Sin embargo, cuando Barneda intentó aventurarse en detalles sobre su relación pasada, Molinero hizo evidente su incomodidad, cortando de raíz la conversación con una respuesta cerrada sobre las preferencias culinarias de Bosco. «A mí me suele cocinar mi pareja», contestó de manera cortante, dejando claro que no estaba dispuesta a revivir o discutir detalles de su romance anterior.
Este comportamiento marcó una línea definida en lo que Adara está dispuesta a compartir sobre su vida privada y sus pasadas relaciones, resaltando un descontento palpable hacia el tratamiento de ciertos temas por parte del programa. Explicó que este constante recuerdo a su exrelación no solo le resultaba molesto, sino que además afectaba a su pareja actual, con quien mantiene una relación estable.
La presentadora de Telecinco, visiblemente sorprendida por la firme postura de Molinero, se vio enfrentada a una participante decidida a proteger su privacidad y bienestar emocional, cerrando la puerta a cualquier especulación o análisis sobre su pasado amoroso en el contexto del show. Esta entrevista recalca la creciente tendencia de los participantes de reality a marcar límites firmes sobre lo que consideran aceptable discutir en público, especialmente cuando se trata de asuntos que involucran a terceros o cuya relevancia ha quedado atrás.