En la última entrega de Supervivientes All Stars 2, una revelación ha sacudido a los seguidores del reality. Jorge Javier Vázquez, el presentador, desnudó la intimidad de una conversación que tuvo lugar entre Adara Molinero y su madre, Elena Rodríguez, justo antes de que se activara el protocolo de abandono, aunque finalmente no se llevó a cabo.
El diálogo, que se mantuvo en secreto hasta el momento, dejó entrever la profunda ansiedad que había experimentado Adara. «¿Seguro que quieres que lo haga?», le preguntó Elena, con evidente preocupación. La respuesta de su hija fue tajante: «100%. No me líes». Esta charla se produjo en un contexto emotivo, justo cuando se conoció que la madre de Adara sería expulsada del programa, abriendo un capítulo de tensión que, según parece, la concursante no pudo manejar.
Esa misma noche, en medio de una tormenta que azotaba las playas del concurso, Adara hizo un anuncio que dejó a muchos boquiabiertos: quería regresar a España. Las dudas sobre su fortaleza en la competencia resonaron entre los televidentes, especialmente cuando Jorge Javier se mostró directo al pedirle explicaciones. «Dinos la verdad, porque sabemos lo que es», le insistió, logrando que Adara finalmente se abriera.
Elena, al ser cuestionada, admitió que no solo su hija había expresado el deseo de abandonar, sino que varios concursantes habían hecho lo mismo, lo que la madre justifica como una reacción natural ante la difícil experiencia que supone participar en un reality de tales dimensiones. En sus palabras, «ante la debilidad, muchos piden: ‘¡Sacadme de aquí!’”.
Jorge Javier, en un intento por clarificar la situación ante los fans, insinuó que Adara, de alguna manera, había solicitado a su público que presionara para su expulsión. La revelación de esta conversación y el protocolo de abandono activado por Adara han causado revuelo entre sus seguidores y han avivado las críticas, especialmente considerando que esta no es la primera vez que la concursante se encuentra en una posición similar.
La controversia no ha hecho más que alimentar el debate sobre la autenticidad de las reacciones de Adara, con algunos espectadores sugiriendo que podría haber orquestado un espectáculo más que ser víctima de una situación abrumadora. En un formato que ya le ha dado múltiples oportunidades, los cuestionamientos sobre su sinceridad y la imagen que proyecta quedan en el aire, mientras los fieles del programa esperan ansiosos el desenlace de esta historia cargada de emoción y tensión.