D.S.Z.C, el acusado de matar a su compañero de piso A.G.M.M tras apuñalarlo en Yeles (Toledo) en mayo de 2022, ha admitido este lunes en la Audiencia Provincial de Toledo que cometió el delito debido a las amenazas que la víctima había dirigido hacia su familia, afirmando que esta situación le generó un gran temor. «No quería hacerlo sufrir, yo quería terminar con la vida de él y ya», declaró durante la primera sesión del juicio con jurado popular.
Ambos individuos, que eran colombianos y convivían juntos, habían mantenido una discusión intensa el día de los hechos. Según el relato del acusado, la víctima le había solicitado una receta de una droga, lo que derivó en amenazas que involucraban a su familia. «Matar a una persona en Colombia es muy sencillo por valor de 200 euros», dijo D.S.Z.C, enfatizando el miedo que sentía por su familia.
El acusado narró que, tras una fuerte pelea, fue a su coche en busca de un cable y se encontró con A.G.M.M empuñando un cuchillo. En medio de la confrontación, D.S.Z.C tomó otro cuchillo y, tras una lucha en el suelo, le apuñaló. Aseguró haber visto a la víctima «apoyado de lado tratando de respirar» después del ataque, mencionando que creía que aún estaba vivo en ese momento.
En el transcurso del juicio, no fue específico sobre cuántos cuchillos utilizó o cuántas puñaladas propinó, pero admitió que intentó ocultar el cuerpo dentro de la vivienda para que las vecinas no presenciaran la escena. Durante este periodo, el acusado también reveló que ambos habían estado de fiesta durante cinco días y habían consumido grandes cantidades de droga.
Por su parte, el Ministerio Fiscal ha mantenido su acusación de asesinato, solicitando 25 años de prisión, señalando que se dieron circunstancias de ensañamiento debido al gran número de heridas (hasta cincuenta en total) infligidas a la víctima, así como de alevosía, ya que A.G.M.M no tenía capacidad para defenderse.
El abogado defensor argumentó que D.S.Z.C actuó movido por un temor real hacia su familia y que la petición de homicidio «quedaría fuera», además de que la legitimidad de la defensa podría ser discutida. Aseguró que existen al menos dos armas reconocidas y una gran cantidad de heridas, lo que complicaría la posibilidad de considerar el caso como homicidio y no como asesinato. La defensa busca evitar la calificación de ensañamiento y la alevosía en el caso.