Acusado de asesinar a su mujer en Villarrubia, los agentes confirman que «tenía pleno conocimiento de sus acciones»

Agentes ratifican que acusado de asesinar a su mujer en Villarrubia "sabía perfectamente lo que estaba haciendo"

Distintos agentes de la Guardia Civil que estuvieron involucrados en el caso de J.M.I.G., acusado de matar a puñaladas a su esposa y ocultar su cuerpo en el canapé de una cama en Villarrubia de los Ojos, han testificado que «él sabía perfectamente lo que estaba haciendo» y que las pruebas recopiladas y «su frialdad» los llevaron a la conclusión de que «el acusado es el autor de los hechos».

Estas declaraciones fueron realizadas durante la segunda sesión del juicio con jurado popular que se está llevando a cabo en la Audiencia Provincial. La hermana del acusado afirmó que J.M.I.G. «consumía drogas frecuentemente después de la muerte de su primera esposa». «Ahí comenzó todo el fracaso», agregó.

En esta jornada también compareció en la sala una hermana de la fallecida, quien sabía que «el acusado golpeaba mucho a la víctima» y que «era muy posesivo». «Un día, mi sobrina me dijo que él había pinchado a mi hermana con un bolígrafo», explicó.

Por su parte, la Guardia Civil ratificó el informe realizado el día de los hechos, cuando recibieron un aviso del servicio de emergencias de que «una persona nerviosa había llamado diciendo que su amiga estaba inconsciente en una habitación».

«Nos dirigimos rápidamente al lugar y encontramos a la mujer dentro del canapé», relató uno de los agentes, añadiendo que «desde la entrada del bloque se veían manchas de sangre», un rastro que los condujo hasta el dormitorio.

Al ingresar a la habitación en la que falleció la mujer, «vimos la cama deshecha, con manchas de sangre», relataron los agentes.

Uno de los agentes explicó que, después de ser informado de que el acusado había abandonado el lugar de los hechos en un vehículo Opel, fue detenido en la plaza de Villarta de San Juan. «Inmediatamente nos trasladamos al domicilio para realizar una inspección ocular», añadió.

Después de hablar con el acusado, el agente cuenta que este «tenía diez gramos de cocaína en roca». «Hablé con él y me dijo que no recordaba nada. No le creí, aunque sí que olía a alcohol», afirmó. Además, testificó que el acusado «fue totalmente colaborador cuando le tomamos las huellas».

Los agentes testificaron que las pruebas «los llevaron a la conclusión de que el acusado era el autor de los hechos debido a la frialdad que mostraba». «Salió conscientemente de la vivienda, cogió el coche, compró diez gramos de cocaína y se fue a un bar. Sabía perfectamente lo que estaba haciendo y estaba obstaculizando la investigación», relató uno de los agentes.

Las pruebas periciales también confirmaron que encontraron una navaja multiusos en la guantera del coche del acusado y una caja de herramientas en la que había un cuchillo de cocina, pero «no encontraron ADN».

Sin embargo, a preguntas de la Fiscalía, la Guardia Civil encargada de las pruebas explicó que sí encontraron restos de sangre en la puerta del coche, el volante y la palanca de cambios.

El testimonio de otro agente señaló que, al ver la mancha de sangre en el suelo de la habitación, observaron que solo el lateral izquierdo estaba manchado, por donde se había introducido el cuerpo. «La habitación estaba llena de manchas de sangre y restregones en el suelo», señaló, especificando que «solo había una puñalada en el lado izquierdo del cuello».

El acusado enfrenta cargos de asesinato con agravante de parentesco y discriminación por género, así como de estafa. Tanto la Fiscalía como la acusación popular solicitan una condena de 26 años y nueve meses de prisión. Por otro lado, la acusación particular, llevada a cabo por la madre y dos hermanas de la víctima, pide la pena de prisión permanente revisable, una pena que se aplica por primera vez en Ciudad Real.

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