En una maniobra sin precedentes, los partidos alemanes Unión Cristianodemócrata (CDU), Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes han alcanzado un acuerdo que marcará un antes y un después en la política de defensa y ambiental del país. Después de intensas y prolongadas discusiones que se extendieron hasta altas horas de la noche, los tres partidos finalmente lograron un consenso sobre una ambiciosa reforma de la Constitución, la cual allanará el camino para incrementar significativamente el gasto en defensa. Este acuerdo llega en un momento crítico y será oficialmente aprobado el próximo martes en la Cámara Baja del Parlamento, tras superar las primeras etapas del debate.
El punto de inflexión en las negociaciones se dio cuando el líder de la CDU, Merz, propuso asignar inicialmente 50.000 millones de euros de un fondo especial de 500.000 millones, destinado a la modernización de la infraestructura alemana, para la protección del clima. Este fondo, que se financiará mediante crédito sin estar sujeto al límite de deuda, se vio duplicado a 100.000 millones tras la exigencia de Los Verdes de mencionar específicamente el «gasto adicional» para el clima en la Constitución. Este compromiso garantiza no solo una fuerte inversión en el sector defensivo del país, sino también en la protección del clima, con un 10% del presupuesto ordinario dedicado a inversiones en esta área.
Durante una comparecencia ante los medios, Merz destacó el intensivo esfuerzo colaborativo para llegar a una solución equitativa que satisfaga a todas las partes involucradas, permitiendo que el gasto destinado a alcanzar la neutralidad climática quede exento del freno de la deuda. Este arreglo propone una visión de futuro en la que Alemania no solo se compromete con su seguridad sino también con la sostenibilidad ambiental, con más de 40.000 millones de euros anuales destinados a este fin.
El pacto entre los partidos también incluye una modificación del freno de la deuda, que tradicionalmente limita el endeudamiento del Estado al 0.35% del producto interior bruto (PIB) anual. Con la nueva reforma, cualquier gasto en defensa que exceda el 1% del PIB estará excluido de esta restricción, lo que representa aproximadamente unos 43.000 millones, sugiriendo una flexibilización fiscal en pro de la defensa nacional y otros gastos relacionados con la seguridad.
Esta histórica decisión no solo demuestra el compromiso de Alemania con su defensa y la protección del clima, sino que también refleja la capacidad del país para adaptarse a nuevos desafíos globales mediante la cooperación política. La reforma propuesta se enfrenta ahora a su votación final en el Parlamento, siendo un testamento de la dinámica y el consenso político en Alemania. Con esta medida, Alemania envía un mensaje contundente sobre su postura defensiva y su compromiso con el medio ambiente, posicionándose como un actor crucial en la configuración de un futuro sostenible.