En un avance decisivo para la política de asilo en la Unión Europea, los negociadores del Parlamento y el Consejo han alcanzado un acuerdo político para actualizar la Ley de Asilo de 2024. Este acuerdo aborda específicamente las condiciones bajo las cuales se aplicarán las normas relativas a los llamados «países terceros seguros», una cuestión que ha sido objeto de intenso debate y escrutinio durante los últimos años.
Estas actualizaciones son el resultado de largas negociaciones entre diferentes partes interesadas, incluyendo el Comité de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior. Han surgido en un contexto de creciente presión migratoria y la necesidad de una política común de asilo que sea justa, eficaz y alineada con los derechos humanos fundamentales.
El concepto de «país tercero seguro» se refiere a aquéllos en los que un solicitante de asilo podría haber solicitado protección en lugar de en un Estado miembro de la UE. Sin embargo, la aplicación de esta categoría ha estado plagada de desafíos operativos y éticos, ya que no todos los terceros países ofrecen un nivel de seguridad y tratamiento acorde al estándar europeo.
El acuerdo reciente busca aclarar estas condiciones, estableciendo criterios más rigurosos para la designación de un país como «seguro». Además, se introducirá un mecanismo de revisión periódica para garantizar que los países designados cumplan los estándares necesarios en términos de derechos humanos y protección internacional.
Este compromiso también tiene como objetivo homogeneizar las prácticas entre los Estados miembros, estableciendo un marco común que minimice las disparidades existentes en los procedimientos de asilo y procure un trato más equitativo para los solicitantes en todo el bloque europeo.
Los críticos de estas políticas han expresado preocupaciones sobre la posibilidad de que las actualizaciones puedan resultar en el retorno de personas a países donde podrían enfrentarse a persecuciones o malos tratos. No obstante, los defensores argumentan que tales medidas son cruciales para manejar el flujo migratorio de manera ordenada y justa, garantizando que quienes realmente necesitan protección la reciban de manera adecuada.
Este acuerdo, que todavía debe ser ratificado formalmente por ambos cuerpos legislativos, representa un paso significativo hacia una política de asilo más coherente y centrada en los derechos humanos dentro de la UE. Con la migración como un tema central en la agenda política europea, estas reformas serán observadas de cerca tanto a nivel interno como en el ámbito internacional.
Nota de prensa UE

















