En un clima de incertidumbre y expectativas contenidas, los trabajadores y trabajadoras de Atento Toledo han expresado sentirse parcialmente satisfechos tras alcanzar un acuerdo con la empresa. Este pacto permite que 26 empleados puedan incorporarse al régimen de teletrabajo, aunque adscritos al Centro de Madrid.
La medida implica que estos empleados estarán obligados a realizar tres turnos presenciales, una exigencia que permanecerá vigente hasta que el cliente considere necesario este arreglo. Esta solución intermedia es vista por muchos como un paso adelante en la modernización de las condiciones laborales, aunque no esté libre de matices y condiciones que dejan un sabor agridulce entre el colectivo afectado.
«Es una solución que, aunque no sea perfecta, indica un avance en nuestras negociaciones y en la flexibilización de nuestras condiciones laborales», comentó uno de los trabajadores, que prefirió mantener el anonimato.
La adopción del teletrabajo ha sido una demanda creciente entre los empleados de la compañía, especialmente tras los momentos más críticos de la pandemia, cuando muchas empresas se vieron forzadas a adoptar modelos de trabajo remoto. Sin embargo, la empresa se ha mostrado cautelosa al respecto, balanceando las necesidades operativas y la demanda de los clientes con las expectativas de sus empleados.
La obligatoriedad de tres turnos presenciales es una condición que no ha sido recibida con total consenso entre los trabajadores. Algunos la consideran una imposición que limita los beneficios del teletrabajo, mientras otros la interpretan como una necesidad temporal que podría adaptarse a futuro.
Este acuerdo llega en un momento de transformaciones laborales globales, donde el teletrabajo se posiciona como una opción viable y, en muchos casos, preferida. Sin embargo, como demuestran las circunstancias en Atento Toledo, la transición hacia nuevas modalidades laborales no siempre es un proceso libre de desafíos y requerimientos negociados.
En cualquier caso, el acuerdo entre los trabajadores de Atento Toledo y la empresa representa un avance, aunque medido, hacia una mayor flexibilidad laboral en un entorno que evoluciona constantemente. Los próximos meses serán clave para evaluar la implementación de este pacto y su impacto tanto en la operativa diaria como en la satisfacción de los empleados.
Fuente: CCOO Castilla-La Mancha