Activistas de Greenpeace despliegan una pancarta en la regata del puerto Bilbao con el mensaje “Stop greenwashing, Petronor ensucia nuestro deporte”

Activistas de Greenpeace han desplegado hoy una pancarta en el puerto de Zierbena, en Bilbao, con el mensaje “Stop greenwashing, Petronor ensucia nuestro deporte”, durante el transcurso de la regata Bandera Petronor de la Eusko Label Liga. Pese a ser la empresa con mayores emisiones del País Vasco, según datos de 2021, año en el que emitió más de dos millones de toneladas de CO₂, y aunque los combustibles fósiles son su principal negocio, Petronor no para de anunciar sus proyectos supuestamente renovables y limpios de hidrógeno y combustibles sintéticos además de patrocinar eventos culturales y deportivos. Por ello desde la ONG han realizado esta actividad en la que buscan denunciar que Petronor, así como Repsol, empresa de la cual la compañía es filial, siguen causando cambio climático y contribuyendo activamente a la emergencia climática, mientras utilizan todo tipo de eventos para limpiar su imagen. 

Desde la organización medioambiental, Ana Parallé, voluntaria y activista de Greenpeace en Euskadi, ha declarado: “La petición es clara, que Petronor deje atrás los combustibles fósiles así como sus prácticas de publicidad que solo buscan engañar sobre su realidad contaminante y frenar la verdadera acción climática. En Euskadi el nivel de dependencia de los combustibles fósiles es alarmantemente alto. Sin embargo, la imagen que intentan dar las principales empresas energéticas del territorio es de ser totalmente sostenibles y usan el patrocinio de todo tipo de eventos para incluir estos mensajes. Es necesario llamar la atención sobre el peligro de continuar con este modelo energético y sobre su frivolidad al anunciarse pretendiendo esconder su responsabilidad en la emergencia climática.”

Repsol, al igual que su filial Petronor, es líder en emisiones en todo el Estado. Además, también utiliza técnicas de publicidad engañosa para ocultar que el gas y el petróleo siguen estando en el centro de sus inversiones e impulsa falsas soluciones frente a la emergencia climática. Más concretamente, la petrolera pretende alcanzar el objetivo cero emisiones netas para 2050 continuando con la quema de combustibles fósiles e invirtiendo en el desarrollo de tecnologías controvertidas como el hidrógeno fósil, la captura de carbono, los combustibles sintéticos, los biocombustibles o insostenibles proyectos de hidrógeno verde, cuya viabilidad económica, energética y ambiental es muy cuestionable. Pero es que además, en plena crisis climática y energética, esta empresa ha obtenido beneficios históricos. Repsol facturó en 2022 un 70% más que en 2021, mientras que la ciudadanía estuvo sufriendo unos precios de la energía insostenibles.

A pesar del claro impacto que tiene su actividad y que el Reino unido ha prohibido recientemente los anuncios publicitarios en prensa, televisión y carteles en la calle de empresas petroleras, incluyendo Repsol, por incurrir en greenwashing, en nuestro país todavía no existe una norma similar que impida a estas empresas continuar con su lavado de imagen. 

Desde Greenpeace demandan la prohibición, al igual que se hizo con la industria del tabaco, de todo tipo de publicidad de las empresas que más contribuyen a la emergencia climática. Igualmente exigen un abandono de los combustibles en favor de energías realmente renovables y la electrificación directa de la gran mayoría de consumos energéticos para posibilitar la descarbonización completa de la economía en 2040.

Scroll al inicio