El Gobierno y las principales organizaciones agrarias de España, como Asaja, COAG y UPA, prosiguen sus negociaciones en una búqueda de soluciones a los problemas que aquejan al sector agrario del país. A pesar de haberse reportado progresos significativos en la más reciente serie de conversaciones, aún quedan asuntos por resolver.
En una rueda de prensa posterior a la tercera reunión de febrero, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, expresó que se están intensificando los esfuerzos para cerrar las negociaciones la próxima semana. Se presentaron más de 30 iniciativas que forman un «auténtico plan de choque», señalándose un «impulso cierto» para el aprovechamiento del sector primario.
Durante el encuentro, se abordaron avances en la simplificación de la Política Agrícola Común (PAC) en Bruselas, como la relajación de los controles de condicionalidad para explotaciones de hasta 10 hectáreas, y la voluntariedad del cuaderno de explotación digital. Además, se discutieron temas como las prácticas ganaderas responsables, así como las rotaciones y los barbechos.
Planas hizo hincapié en la necesidad de una reforma legislativa acelerada para algunas propuestas de la Comisión Europea, buscando simplificaciones en la legislación vigente, pero siempre dentro del marco de la seguridad jurídica.
El ministro también comentó sobre la Ley de la Cadena Alimentaria, sugiriendo que España se encuentra en la «buena senda» y que las propuestas de Bruselas podrían extender a toda la Unión Europea las medidas españolas contra la venta a pérdidas.
Entre los principales retos mencionados, se encuentra la implementación de las cláusulas espejo y la regulación de temas comerciales. Planas expresó optimismo, acentuando la importancia de la aplicación rigurosa de la legislación aduanera para prevenir plagas o enfermedades.
En relación a los seguros agrarios, el Gobierno y las organizaciones agrarias están trabajando en una mesa técnica, subrayando la necesidad de un sistema robusto respaldado tanto por el estado como, en medida de lo posible, por las comunidades autónomas.
Finalmente, Planas reflejó su esperanza en el progreso de la reunión, señalando que se darán tiempos de reflexión tanto al Gobierno como a las organizaciones agrarias.
Por su parte, el presidente de Asaja, Pedro Barato, destacó la importancia de las medidas concretas y mencionó la posibilidad de continuar con movilizaciones si no se encuentran soluciones satisfactorias. Demandó la participación de otros ministerios como el de Transición Ecológica y el de Trabajo para abordar problemas específicos como el del lobo o el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Tanto el secretario general de COAG, Miguel Padilla, como el de UPA, Lorenzo Ramos, acogieron con esperanza los avances, pero demandaron mayor precisión y acciones definitivas, especialmente enfocándose en la competencia desleal por la importación de productos y la necesidad de controles más estrictos para entradas de mercancías de terceros países.
Estas negociaciones son una respuesta directa a la creciente presión ejercida por las manifestaciones y tractoradas que han tomado lugar en el país, culminando con una grandiosa manifestación en Madrid que coincidió con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura en Bruselas, donde el sector agrario aguardaba medidas específicas.
