Acabar con la deuda del río Tajo: el PSOE de Castilla-La Mancha se compromete a poner fin al trasvase.

El trasvase: una herida abierta en la tierra de Castilla-La Mancha

En el año 1979 comenzó un proceso que ha marcado negativamente la historia de nuestra tierra: el trasvase de agua desde los embalses de cabecera del río Tajo hacia el Levante español. Este canal de 292 kilómetros permitía derivar un caudal máximo de 33 m³/segundo, lo que ha supuesto un sacrificio para la región de Castilla-La Mancha.

Durante décadas, este trasvase ha desangrado nuestra tierra, llevándose el agua limpia que tanto necesitamos. Mientras se impulsaban el desarrollo de otras regiones, en nuestra tierra apenas se reparaba en la importancia de garantizar un suministro adecuado de agua para sus habitantes. La falta de agua ha sido una constante en la historia de las tierras del Sur de Castilla y de la Mancha, condenadas a la pobreza y la desolación.

En los años del desarrollismo de los sesenta, se tomó la decisión de trasvasar agua hacia el Levante sin considerar alternativas como la desalinización o el reaprovechamiento de aguas residuales depuradas. En pleno siglo XXI, estas opciones son viables y no deberían perjudicar ni al cauce natural del río Tajo ni a sus habitantes.

Desde que en 1983 se alcanzó la autonomía, Castilla-La Mancha ha luchado por la reversibilidad del trasvase, pero con escaso éxito. Las recientes alegaciones presentadas ante el Ministerio de Transición Ecológica y del Reto Demográfico buscan mejorar las reglas del trasvase, incluyendo el incremento de caudales ecológicos, el cambio en las reglas de explotación y la preservación del medio ambiente.

Es imprescindible garantizar un uso sostenible del agua, cubriendo las necesidades actuales y futuras de la región. La preservación del equilibrio ecológico, el abastecimiento humano, agrícola e industrial, el desarrollo socioeconómico y la protección del río Tajo son objetivos fundamentales que deben primar en cualquier modificación de las reglas del trasvase.

Es hora de replantear el uso del agua en nuestra región y de buscar soluciones sostenibles que respeten el equilibrio natural y garanticen un futuro próspero para todos. El Pacto Nacional del Agua debe tener en cuenta las necesidades y derechos de todas las regiones, sin olvidar la importancia de proteger nuestro río Tajo y las tierras que lo rodean.

Fernando Mora, diputado regional socialista por Toledo y portavoz en materia de Agua del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, aboga por una gestión responsable del agua que ponga fin a la herida abierta por el trasvase en nuestra tierra. Es necesario un cambio urgente para garantizar un futuro sostenible y próspero para Castilla-La Mancha.

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