En un paso hacia la consolidación de un sistema más transparente y comprometido con el bienestar común, la portavoz del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Ana Isabel Abengózar, ha defendido la importancia de modificar el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Consejo Regional de Transparencia y Buen Gobierno de Castilla-La Mancha. Según Abengózar, esta iniciativa es fundamental para promover la transparencia que Europa demanda y para fortalecer el gobierno «responsable y abierto» en la región.
Durante el reciente Debate sobre esta propuesta de modificación llevado a cabo en el Pleno de las Cortes, Abengózar destacó que esta reforma no es un mero capricho, sino una respuesta obligada a una Directiva Europea que insta a las administraciones públicas a implementar un sistema robusto para la protección de informantes de corrupción o irregularidades. Esta normativa europea subraya la necesidad de garantizar la independencia, seguridad, confidencialidad y protección contra represalias de los denunciantes.
Abengózar enfatizó que es un mandato de Europa que España regula y, por ende, Castilla-La Mancha debe cumplir. La modificación busca actualizar el reglamento actual para incluir en él una autoridad independiente dedicada a la protección de los informantes, una figura crucial para adaptar el Consejo Regional a la nueva realidad institucional.
Además, la portavoz subrayó que este Consejo no solo refuerza derechos y libertades, sino que también se compromete a proteger a quienes denuncian prácticas indebidas, impulsando así una cultura institucional fundamentada en la confianza y en el compromiso con el bien común. Recalcó que esta reforma no es solo un trámite burocrático, sino un paso decisivo para establecer un sistema de integridad sólido, moderno y eficaz en Castilla-La Mancha. Este sistema está diseñado para proteger a los denunciantes, sancionar malas prácticas, promover la transparencia y fortalecer la calidad democrática de la región.
En su intervención, Abengózar criticó a Vox por presentar diez enmiendas parciales a la modificación del reglamento, alegando que estas superan el marco legal del mismo o duplican su contenido. Criticó especialmente la postura de Vox por cuestionar constantemente las instituciones democráticas, difamar a los partidos que representan a la mayoría social de la región, y considerar cualquier avance democrático como parte de una conspiración o «chiringuito». Finalizó cuestionando la coherencia de Vox, sugiriendo que cuando una institución es presidida por uno de sus miembros o designados, deja de ser un «chiringuito».

















