Aunque el día a día parezca que no da más de sí, hay rutinas la mar de saludables que no conviene que desatendamos. Llevar una correcta alimentación o proponerte la realización de ejercicio de forma constante, serán determinantes para tu bienestar físico y mental.
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Al mismo tiempo, unos hábitos de higiene en el hogar interiorizados por todos y cada uno de los miembros de la familia, serán esenciales para un correcto estado de salud, bienestar y confort en nuestro espacio más íntimo y personal. Así que por el bien de todos y abarcando este último punto, te proponemos unos consejos que no debes desatender para mantener a raya tu casa día tras día. ¡No pierdas detalle que comenzamos!
La ventilación como un básico diario
Renovar el aire en todas y cada una de las estancias de casa es un básico del que no puedes olvidarte. El simple gesto de abrir las ventanas unos diez minutos por estancia, permite que el aire del interior se oxigene, se regula la humedad ambiental, reducimos las partículas en suspensión del espacio y si además permitimos que el sol penetre en ellas, contribuiremos a la eliminación de esos microorganismos en suspensión que tan bien eliminan los rayos ultravioleta.
Los zapatos en la puerta de casa
¿Sabes que en un sólo día tus zapatos pueden llegar a recoger más de 400.000 bacterias y que muchas de ellas son directas responsables de enfermedades gastrointestinales, pulmonares y oculares? Un buen lavado del calzado reduce su presencia casi en un 90 por ciento, pero lo cierto es que no tendemos a lavar nuestro zapatos tan a menudo. Así que el simple gesto de dejarlos en la entrada de casa, facilita mucho las cosas. Haz la prueba unos días si no terminas de tenerlo claro. Tu suelo se ensuciará mucho menos, tus alfombras precisarán de un menor mantenimiento y todo ello afectará directamente a una ganancia de tiempo y dinero. ¿Necesitas aún más motivos para incorporar esta medida en casa?
La cocina al día
Vigilar la higiene del lugar donde cocinamos es vital para mantener la salubridad del ambiente así como de todo lo que nos llevamos a la boca. Gestos como el de lavarte las manos antes de manipular nada en ella, limpiar tu tabla de corte siempre justo después de usarla, tira la basura regularmente, limpiar el fregadero a diario, no descuidar la limpieza del frigorífico y mantener la grasa a raya serán determinantes. Quitagrasas y productos como el amoniaco o el vinagre de limpieza te ayudarán a conseguirlo. Además, renovar paños y trapos de cocina con mucha regularidad y frecuencia será del mismo modo esencial. Y es que la proliferación de bacterias y malos olores es lo último que queremos en casa ¿verdad?
Hábitos de higiene en el hogar: Ojo con los baños
Son las estancias de casa más sensibles a la proliferación de hongos y bacterias. Más allá del inodoro (el principal foco de crecimiento de todos ellos), una correcta ventilación será indispensable en lugares donde se acumula tanta humedad. Si además se trata de un baño interior, presta especial atención a la renovación de las toallas.
Dormitorios: Especial atención con los textiles
No subestimes la importancia de la ventilación natural en los dormitorios. De buena mañana y antes de hacer la cama, abre la ventana unos quince minutos. Deja que el aire y el sol inunden cada rincón del espacio. Además y en condiciones normales, lava la ropa de cama una vez por semana. Las mayores concentraciones de ácaros y polvo se encuentran en ella, así que cuanto más caliente sea el agua del lavado, mejor que mejor para acabar con todos ellos.
El suelo a raya
Sobre todo si cuentas con distintos materiales o elementos en él, habrás de prestarle una atención especial. Barrerlo o mejor aspirarlo (con más razón aún si tienes alfombras) serán hábitos de higiene en el hogar completamente primordiales. Ya ni te cuento si tienes niños, mascotas, ¡o la dos cosas a la vez!
Mantén limpias las patitas de tu mascota
Entre unos hábitos de higiene en el hogar, la de tu perro influirá en ella directamente. Hay que pensar que nuestros peludines no salen a la calle con zapatos, así que extremar la higiene en sus patitas al volver a casa será del mismo modo determinante. La rutina de limpiárselas con una toallita húmeda con jabón neutro puede ser más que suficiente.
Como ves, estos hábitos de higiene en el hogar son tan sencillos de interiorizar y aplicar por parte de toda la familia que casi podréis ponerlos en práctica sin daros cuenta. Préstales especial atención al principio e incorpóralos en tu día a día. La salud y el de los tuyos lo notarán.
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