Si has decidido que 2020 será el año en que toca renovar tu cuarto de baño, entonces este artículo te interesa. Vamos a contar cuáles son las claves esenciales para conseguir en tu casa uno de esos baños de estilo nórdico que vemos en las revistas y que nos tienen cautivados.
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Llega un momento en que la remodelación de algunos espacios de nuestra casa ya no puede esperar más. No sirve posponer de nuevo las reformas porque odiamos las obras o no nos encontramos en el mejor momento para asumir tanto jaleo. Y yo te pregunto: ¿cuándo crees que sucederá eso? ¿Cuándo se darán las circunstancias adecuadas para ello? Pues nunca.
Por eso mi consejo es que no te lo pienses más, agarres el toro por los cuernos y te sumerjas en la renovación de tu casa de una vez por todas. En el caso del cuarto de baño, si te gusta el estilo nórdico, te vamos a ayudar con algunas recomendaciones muy útiles: aquí tienes las claves para lograr baños de estilo nórdico.
La simplicidad de los baños de estilo nórdico
Si hay una característica que define los cuartos de baño de estilo nórdico es la simplicidad. Es, de hecho, el rasgo que los hace más reconocibles, junto al color blanco tan propio del nórdico en general.
Quizás debido a esa simplicidad, a esa serenidad y limpieza de líneas, los ambientes nórdicos no quedan anticuados (al menos no demasiado pronto). Si apuestas por recrear esta corriente decorativa en tu casa, ya sea en el baño o en cualquier otro espacio, te darás cuenta de que resiste sin problemas el paso del tiempo. Tus ambientes no serán flor de un día ni responderán a modas pasajeras, lo que siempre es un valor añadido a tener en cuenta, precisamente cuando hablamos de reformas, para no tener que repetirlas demasiado pronto.
Paredes de azulejos blancos: un clásico escandinavo
Algo tan sencillo como unos azulejos pequeños y cuadrados de color blanco pueden convertirse en una de las características que definen los baños de estilo nórdico. De hecho aportan al espacio un aire entre vintage y natural que me encanta. Para darle un toque de modernidad puedes elegir una lechada oscura, que contraste y delimite la forma de las piezas de cerámica.
El blanco y los colores neutros son un elemento constante en los baños de estilo nórdico. Esto es muy positivo si estamos renovando un baño pequeño, en el que escasea el espacio. ¿Necesitas un truco para crear interés visual? Combina los azulejos pequeños en las paredes con otros de tamaño diferente en el pavimento. Es una forma genial de configurar patrones muy atractivos.
Una pared de madera
Si una característica que define los ambientes escandinavos es el uso de materiales naturales, la madera es el elemento perfecto para aportar ese plus de calidez que a veces necesitan los baños de estilo nórdico.
Y más allá de utilizarla en mobiliario, una idea que nos parece genial es revestir una de las paredes con madera. Pueden ser tablones horizontales, o utilizar un friso en vertical. Además, no tienes por qué elegir madera real, sino que puedes optar por alguno de los materiales de imitación que existen: aportan un efecto totalmente realista y resiste de maravilla la humedad y el paso del tiempo. Destacan los revestimientos vinílicos y los cerámicos.
El toque verde, profundamente nórdico
Ya hemos comentado en alguna ocasión lo maravillosamente decorativo que resulta incorporar plantas a la hora de decorar la casa. Y aunque no hay un solo espacio en el que no queden bien, el baño es un espacio de lo más adecuado para tener algunas bonitas plantas.
Eso sí, conviene que elijas especies que necesiten humedad, ya que el ambiente del baño es muy húmedo. En mi opinión, es mejor optar por especies verdes sin flores. Resultan más sobrias y, además, el verde va de maravilla con el blanco y las tonalidades de la madera.
Toques de calidez
El nórdico es un estilo minimalista, que apuesta por los acabados modernos y por el color blanco en casi todos los revestimientos y accesorios. Puede ser por ello que resulta, en ocasiones, un tanto frío.
Para darle un poco más de calidez puedes incluir plantas naturales, materiales como la madera, algún toque de color (que puede proceder de las toallas, por ejemplo), elementos especiales como cestas de fibras vegetales, etc. También puede funcionar una alfombra colorista o griferías en dorado.
Con todos estos elementos, el estilo nórdico con el que queremos decorar nuestro cuarto de baño adquiere un matiz mucho más cálido y acogedor, lo que lo hace más real y cotidiano. Ya solo falta que te lances a la aventura y te decidas a renovar tu baño y convertirlo en ese espacio que siempre has soñado. ¿Te animas a dar el paso?
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