Raro es el hogar que hoy día no cuenta con algún mueble o accesorio del gran gigante sueco. Y raro es también que en algún momento no hayas pensado en darle una vuelta de tuerca a esa pieza que ya casi parece tener todo el mundo en casa.
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Así que para darte el empujoncito que te falta, hoy quiero mostrarte unas cuantas buenas ideas para personalizar muebles de Ikea de la más sencilla, económica y original de las formas. Tunear tus propios muebles nunca fue tan fácil. ¿Quieres saber cómo? ¡Abre bien los ojos que comenzamos!
Cajas de madera: Un recurso para todos los estilos
Construir un mueble con cajas de madera puede que para ti ya no sea ningún secreto. Pero ¿qué me dices a la idea de emplear tan solo dos de ellas para dar forma a tu particular recibidor en casa? Juntar su cara más estrecha y atornillarles dos patas de altura considerable a fin de terminar luciendo una altura aproximadamente igual a la de tu cintura, será todo lo que precises para presumir de mueble completamente personalizado en tu hogar.
Superponer varias de ellas puede ser otra estupenda idea para aprovechar un hueco estrecho sin tener que renunciar a un buen lugar de almacenamiento tan original como distinto que además podrás ubicar en cualquier estancia de casa. Escoge unas patas que se adapten a tu estilo en cuestión, et violà!
Serie Malm: Un fijo entre sus más vendidos
Cajonera, tocador, escritorio, cómoda… y es que la serie Malm bien permite ser incorporada prácticamente en cualquier estancia en la que los colores neutros reinen o precises de la integración de una pieza lineal y/o de poco carácter que no haga sombra al resto de tu decoración. Pero puede que las tornas cambien. Que decidas dar la bienvenida al color a algún rincón de casa o que sin necesidad de inversión o una mínima, su aspecto cambie por completo. El empleo de pintura, podrá darte en este modelo estupendas alegrías visuales a simple golpe de brocha.
De portaplatos a soporte para tus baldas
El portaplatos de bambú Ostbit puede ser mucho más que un sencillo accesorio en tu cocina. Y es que apostar por incorporarlos a alguna de tus paredes te dará unos resultados realmente auténticos. Da cabida al tipo y longitud de balda que más te apetezca y juega con la altura entre ellas en función de tus necesidades puntuales.
Personalizar muebles de Ikea: La cómoda Rast
Un clásico entre los clásicos es también esta cómoda. Ya sea usándola como cómoda, mesita de noche o sencillo mueble auxiliar, lo cierto es que bien se presta a personalización en algún momento de su larga vida útil. Tinte, pintura, papel pintado para cubrir los frontales de sus cajones… Un tirador en lugar de dos, juntando dos de ellas para conseguir una cómoda doble para mayores necesidades de almacenaje y altas dosis de originalidad ya de paso…
Otro de los muebles clásicos de Ikea que no pasan de moda son la amplia serie modular Ivar. Cómodas, armarios, estanterías y todo ello realizado y acabado en madera natural, pueden dar lugar a la combinación perfecta si la idea de personalizar muebles de Ikea lleva tiempo siendo tu asunto pendiente. En el ejemplo que te muestro a continuación, elevar sobre patas de corte castellano un módulo de armario, ha sido la iniciativa por la que se ha apostado. ¿No te parece ideal el resultado?
De cesto a mueble auxiliar
Un organizador de cuentos ha sido la versión por la que han optado en este caso. Y es que cuatro patas han resultado más que suficientes para elevar hasta la altura del pequeño de la casa todos sus libros favoritos. Tenerlos bien a mano potenciará sin duda su uso y disfrute diario.
Estantería Kallax
En cualquiera de sus múltiples versiones, un ejemplo de esta típica estantería de Ikea no podía faltar para terminar el post de hoy. La incorporación de dos puertas, cuatro cajones, dos cestos y dos patas de corte cónico y rematadas en metal que aportan a la pieza un estilo más estilizado, han sido suficientes para personalizar la estantería de siempre de la más sencilla de las formas.
Como ves, la iniciativa de personalizar muebles de Ikea puede ser más fácil de lo que en principio pudiera parecer. Y es que la incorporación de patas, pintura, algún tirador distinto o un uso diferente al que la mayoría destinan una pieza, puede ser más que suficiente para brindar aire nuevo a tu hogar de la más sencilla, original y bonita de las formas. Despierta al artista que llevas dentro ¡y sigas dejando que te lo cuenten!
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