La comunidad de Puertollano vibró al compás de las sevillanas y el clack de las castañuelas cuando los miembros de la Asociación de Enfermos de Parkinson y otras Enfermedades Neurodegenerativas (Apen) celebraron su particular feria de mayo. El evento se caracterizó por un ambiente lleno de alegría y flamenco, donde los usuarios de Apen se vistieron con sus mejores trajes y disfrutaron de una auténtica fiesta rociera.
La celebración contó con la presencia de las figuras políticas del municipio, entre ellas, la concejal de bienestar social, Sagrario Almodóvar, y el concejal de deportes, Javier Trujillo, quienes no quisieron perder la oportunidad de sumarse a esta iniciativa que simboliza mucho más que un día festivo. Esta feria rociera es el reflejo del esfuerzo diario que realiza Apen para promover la integración social, la diversión y el apoyo a las personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas y sus familias.
La jornada estuvo amenizada con música y bailes típicos de las ferias andaluzas, mientras que las tapas y la buena compañía sirvieron para reponer la energía gastada en los festejos. La fiesta rociera ha sido una oportunidad para que todos, enfermos, familiares y autoridades locales, compartieran un espacio de unión y celebración, reafirmando la importancia de la solidaridad y el respaldo a los colectivos más vulnerables.
Imágenes de la festividad han sido compartidas en el portal web del Ayuntamiento de Puertollano, mostrando instantáneas que capturan el espíritu eufórico de la fiesta. Las fotografías ilustran a los asistentes disfrutando de la música, la danza y la gastronomía, y reflejan cómo este evento ha sido mucho más que una simple recreación cultural; ha sido un acto de comunidad y soporte mutuo.
La información fue difundida originalmente por el Ayuntamiento de Puertollano, subrayando su compromiso con las iniciativas sociales que promueven la inclusión y el bienestar de todos sus ciudadanos, especialmente aquellos que enfrentan desafíos importantes en su vida cotidiana debido a las enfermedades neurodegenerativas. Con momentos como este, Puertollano se demuestra una vez más como un ejemplo de solidaridad y celebración de la vida en todas sus formas.
