
Los cultivos leñosos, como el pistacho, que diferencian la calidad y origen de los productos de Castilla-La Mancha, incrementan su superficie
El número de hectáreas de cultivos leñosos se ha incrementado en Castilla-La Mancha durante los últimos años, algo que implica que los agricultores están enfocando su actividad productiva, la rentabilidad de sus explotaciones, hacia este cultivo “que permite diferenciar el origen y la calidad del producto”, aportando valor añadido y diferenciándolo del resto en los mercado nacionales e internacionales como