
Apagar el móvil en vacaciones: el gesto más radical (y necesario) de autocuidado
Vivimos pegados a una pantalla. El móvil se ha convertido en nuestro despertador, oficina portátil, álbum de fotos, diario emocional y vía de escape. Nos acompaña al trabajo, al sofá, a la cama… y también a la playa, a la montaña, al hotel rural o al apartamento de veraneo. Lo encendemos por inercia. Lo consultamos sin pensar. Y, lo peor