La inesperada emergencia de Carlos Cuerpo: cómo un ministro técnico seduce al PP y al empresariado
Una cafetería junto a la Carrera de San Jerónimo fue esta semana el escenario de una imagen improbable: un diputado del PP y un senador del PSOE conversando sin crispación, una postal ajena a la polarización actual de la política española. Lo insólito del momento palidece, sin embargo, ante otro fenómeno: que el Partido Popular hable con elogios sobre un ministro de Pedro Sánchez. El objeto de esa rareza es Carlos Cuerpo, titular de Economía, un alto funcionario convertido en pieza clave del Gobierno y en interlocutor aceptado por la oposición.
Su ascenso comenzó hace poco más de un año, cuando relevó a Nadia Calviño —ahora al frente del Banco Europeo de Inversiones—, pero su proyección explotó con la crisis arancelaria desatada por Donald Trump contra productos europeos. El PP no solo ha destacado su "cordialidad" en las negociaciones —donde les dedicó casi dos horas este jueves—, sino que contrasta su estilo con el de la vicepresidenta María Jesús Montero: "Con Cuerpo es más fácil llegar a acuerdos. Es técnico, no punzante", admiten fuentes populares. Una valoración que comparte la CEOE: "Es bueno, no tan político".
En La Moncloa llevan meses impulsando su visibilidad. Sánchez lo eligió como ministro por su "perfil técnico que nos va muy bien", señalan, y porque su talante abre puertas en sectores conservadores. Pero su momento llegó con la batalla comercial: Bruselas lo ha situado como único interlocutor español frente a la Comisión Europea para defender los intereses del país.
El rédito de la discreción
Aunque desconocido para el gran público, Cuerpo es ya el ministro mejor valorado del Gobierno, según el CIS, superando incluso a Margarita Robles. Sus datos sorprenden: gusta al electorado de Junts, PNV, Sumar y también al centroderecha. Ese capital lo vuelve estratégico para el PSOE en un contexto de polarización.
El Gobierno ya usó a Calviño como símbolo de estabilidad económica en las autonómicas de 2023. Ahora, Cuerpo —silencioso, técnico, aceptado por el rival— podría ser el gancho para votantes moderados. Un guiño que el PP no ignora: su acercamiento al ministro es también un cálculo. En tiempos de guerra comercial, hasta los adversarios prefieren tratos con alguien que "no dispara primero".