En una decisión que marca el tono del diálogo político en España, ni el Partido Popular (PP) ni Vox asistirán a los actos organizados por el Gobierno para conmemorar el 50 aniversario del fallecimiento del dictador Francisco Franco. Esta serie de eventos, que comenzarán el próximo 8 de enero en Madrid, busca recordar medio siglo desde el fin de la dictadura en el país, pero ha encontrado una fuerte resistencia entre estas dos fuerzas políticas.
El Gobierno, buscando fomentar una representación amplia y diversa, extendió invitaciones tanto al PP como a Vox, marcando la primera ocasión en la que Vox fue considerado para participar en la agenda gubernamental de eventos. Sin embargo, ambas formaciones políticas confirmaron de manera rotunda su rechazo a participar, independientemente de la decisión del Rey Felipe VI de asistir a algunos de los cien eventos planeados a lo largo del territorio nacional.
La Casa Real ha manifestado que el Rey no asistirá al acto inaugural debido a compromisos previamente establecidos, aunque Moncloa ha celebrado su disposición a participar en otros eventos conmemorativos aún no anunciados. Estos incluyen una visita institucional a los antiguos campos de concentración de Auschwitz y Mauthausen, así como un evento que destacará el papel de la Monarquía en la Transición Democrática.
La negativa del PP y Vox de sumarse a los actos por los 50 años del fallecimiento de Franco se basa en divergencias tanto en la forma como en el fondo del programa propuesto por el Gobierno. Desde Génova, han calificado la invitación como una estrategia con “vocación política y un interés partidista para desviar el foco” de otros asuntos más inmediatos y críticos que, a su juicio, enfrenta España actualmente.
Esta postura ha encontrado eco en la dirección nacional del PP, que a su vez, ha decidido mantenerse al margen de cualquier iniciativa relacionada con la conmemoración de Franco, lo que refleja una clara distancia con el PSOE en prioridades nacionales. Sin embargo, la excepción dentro de las filas del PP la constituye la postura del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien ha mostrado una visión más conciliadora al enfatizar la importancia de celebrar la concordia y el consenso.
Por otro lado, Vox ha criticado duramente lo que considera un intento del Gobierno del PSOE de imponer una “visión única y divisiva del pasado”, acusándolo de utilizar estos actos como distracción ante diversas crisis. El partido liderado por Santiago Abascal enfatiza la libertad de interpretar el pasado histórico y rechaza cualquier afán de revanchismo que, según ellos, ha venido fomentando el PSOE desde 2004.
La decisión de PP y Vox de no participar en los actos conmemorativos representa no solo un desafío al intento de unidad propuesto por el Gobierno, sino también una muestra de las profundas divisiones que persisten en España en torno a su pasado dictatorial y su proceso de memoria y reconciliación. La ausencia de estas dos fuerzas políticas en los eventos por el 50 aniversario de la muerte de Franco destaca las complicadas dinámicas de la política española, especialmente en un contexto de polarización creciente y desafíos compartidos a nivel nacional e internacional.