España se postula como una pieza clave en el desarrollo económico de la Eurozona, ostentando la palanca del crecimiento durante 2024 y 2025. Para 2024 se prevé una expansión del PIB español del 3,2%, mientras que para 2025 se proyecta un crecimiento del 2,6%, a pesar de la incertidumbre global. La tasa de creación de empleo en el país supera el 2%, destacando en el contexto de sus socios europeos.
En reconocimiento al impacto económico y comercial catalán, el líder del Gobierno resaltó la importancia de mantener sinergias entre las cámaras de comercio catalanas, el Gobierno central y la administración de Salvador Illa para consolidar a Cataluña como motor económico. Se ha presentado el Plan Catalunya Lidera como catalizador para estos esfuerzos.
En el escenario de tensiones geopolíticas, España aboga por una Europa unida y fuerte que afronte retos de seguridad, transiciones verde y digital, y la cohesión económica. Continuando con esta visión, España promueve una política de cohesión en el bloque para asegurar un desarrollo y convergencia equilibrados.
La contribución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) en Cataluña asciende a 8.800 millones de euros, destinados a reforzar la infraestructura y la sostenibilidad. La región se beneficia de una inversión aproximada de mil millones de euros en proyectos como la modernización de la red de Rodalies y el avance hacia la movilidad sostenible, apoyado por fondos europeos para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado (PERTE VEC). Asimismo, Cataluña se posiciona como un referente en supercomputación y semiconductores, con notable participación en el PERTE Chip.