Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, ha demostrado a lo largo de su mandato su capacidad de liderazgo para llevar al equipo a lo más alto. Su gestión ha sido clave para encontrar el equilibrio entre la parcela económica y deportiva, lo que ha permitido sanear al club y devolverle el brillo deportivo con títulos. La decimocuarta confirmó que la transición del equipo que ganó cuatro Champions en cinco años va por buen camino, pero le falta dar el salto con fichajes top que ilusionen a toda su afición.
Sin embargo, la sombra del fracaso de Mbappé sigue persiguiendo al presidente blanco. Es cierto que nadie le va a toser, pero la desilusión con el francés impacienta a su masa de seguidores que esperan otro golpe de efecto. Desde que fichó a Hazard, una operación que ha resultado desastrosa, al equipo no ha llegado ningún jugador top. Una situación que inquieta al madridismo, que espera la llegada de galácticos que confirmen una renovación necesaria.
En las cuatro últimas temporadas, los fichajes del Real Madrid han sido para apuntalar la plantilla, pero sin ningún jugador que marque las diferencias. El presidente lo intentó con Mbappé y miró para otro lado con Haaland convenciendo al entorno que no lo necesitaba teniendo a Benzema. El resultado lo conoce todo el mundo: el noruego es la estrella del City y el francés pasa más tiempo en la enfermería que en el campo. La llama de aquel equipo que lideró Cristiano Ronaldo se apaga con Benzema, y queda Vinicius como principal reclamo para una afición exigente que pide más a su presidente.
Florentino Pérez ha tenido que emplearse a fondo en evitar entrar en recesión por la crisis provocada por el Coronavirus. Su plan de choque funcionó, pero tuvo que duplicarlo para seguir levantando el nuevo Santiago Bernabéu, que se retrasa en el tiempo, aunque su inauguración se atisba a final de año en otro reto superado. Para lucir la obra, necesita estrellas que la iluminen y un equipo que ilusione. Él fue el que rompió el mercado a principios de siglo con el fichaje de los galácticos, y el madridismo le reclama que repita aquel ejercicio tras salvar con suficiencia tiempos tan duros.
En definitiva, Florentino Pérez ha demostrado su capacidad de liderazgo para guiar al Real Madrid a lo más alto, situando su nombre a la altura del de Santiago Bernabéu. La decimocuarta confirmó que la transición del equipo que ganó cuatro Champions en cinco años va por buen camino, pero al presidente blanco todavía le queda trabajo por hacer. La afición espera que la llegada de galácticos confirme una renovación que ilusione a toda su masa de seguidores. Solo entonces el Real Madrid podrá volver a ser un equipo ganador y luchar por los títulos que siempre ha conquistado a lo largo de su historia.
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