El objetivo de reducir la lista de espera del plan de choque de la dependencia falla por la burocracia

De acuerdo a los últimos datos oficiales del Ministerio de Derechos Sociales, en lo que va del año, 46671 personas fallecieron en listas de espera de la dependencia (28.192 dependientes con derecho pendientes de prestación y 18.479 pendientes de resolución de grado).

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Las comunidades en donde es mayor el “limbo de la dependencia”, personas pendientes de recibir prestación, son, Cataluña (32%), La Rioja (31,53%) y Canarias (27,08%); y las que menos Castilla y León (0,17%), Castilla La Mancha (4,51%) y Galicia (5,82%). Madrid (-62,9%), Aragón (-42,2%), Castilla La Mancha (-38,8%), Asturias (-32,2%) y Andalucía (-32,2%) cumplieron con el objetivo de reducir la lista de espera del Plan de Choque.

Las tres comunidades con mayor limbo de la dependencia, pese a haber recibido el aumento presupuestario, aumentaron la lista de espera en este año: Canarias (+23,1%), La Rioja (16,4%) y Cataluña (+7%). La burocracia en los procedimientos y estas Comunidades no han permitido que el Gobierno haya cumplido con el objetivo de reducción de la lista de espera en 60.000 personas comprometidas en el plan de choque. 

Las Comunidades que mayor aumento alcanzaron con personas beneficiarias con prestación el año pasado fueron la C. Valenciana (+14,9%), Asturias (+14,5%) y Madrid (+14,4%). Por el contrario, en País Vasco ni siquiera se ha mantenido la tasa de reposición disminuyendo el número de beneficiarios. 

Las comunidades que más aumentaron las personas con derecho a prestación en 2021 han sido: C. Valenciana (+11,8%), Canarias (+10,8%) y Asturias (+9,2%). Por el contrario, en Cantabria el número de personas con derecho se redujo el año pasado en un 10,9%. 

Los datos indican que el SAAD se reactiva, pero en gran medida fue por servicios de bajo coste dirigidos a los dependientes con Grado I. Las prestaciones y servicios son cada vez de menor intensidad, y a todas luces insuficientes para las necesidades de las personas en situación de dependencia. Pasados casi dos años de la pandemia no se logró recuperar las plazas residenciales y de centros de día, -1.129 plazas residenciales y -4.732 plazas de centros de día, respectivamente.  

A este ritmo, se tardaría un lustro en alcanzar la plena atención. Lejos de nuevos discursos, fotos e intenciones, son necesidades medidas urgentes para evitar el sufrimiento y abandono de las personas más vulnerables del país. El Gobierno español y los Gobiernos autonómicos tienen que llevar adelante reformas para agilizar los trámites. Se hace necesario simplificar los procedimientos y aplicar medidas de suspensión y flexibilidad del servicio o prestación sin necesidad de resolución de un nuevo procedimiento. Es indispensable avanzar hacia la prescripción social del profesional de referencia como único requisito para la ejecutividad y puesta en marcha de las prestaciones. Además, se tiene que incluir la transparencia del Sistema de Información de la Dependencia.  

Hay que remarcar que cada 11 minutos fallece en España una persona en el laberinto burocrático de la Ley y que, desgraciadamente, las 46.671 personas que fallecieron este año pasado, no pudieron recibir el plan de choque a tiempo.

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