El ambiente en el club Tottenham es cada vez más tenso debido a la necesidad de ganar un título, lo que no sucede desde 2008 y a su reciente eliminación de la Champions League. Las declaraciones cruzadas entre el jugador Richarlison y el entrenador Conte tampoco ayudan, mientras que la paciencia del delantero Harry Kane se agota y su futuro apunta a un cambio de aires. A pesar de haber alcanzado una final de Champions League en 2019, el Tottenham no ha logrado levantar un trofeo y esto, junto con el despilfarro de millones cada verano -con pagos estipulados para el próximo verano que superarán los 1.000 millones en los últimos diez años- hace pensar en una nueva reestructuración. Se rumorea que Luis Enrique podría ser el candidato para reconducir la situación, aunque su aceptación sería difícil. Actualmente, el Tottenham debe luchar por las cuatro primeras posiciones en la Premier League y mantener su margen de tres puntos sobre el Liverpool. Para el entrenador italiano, la temporada no está perdida ya que les queda la opción de luchar por las plazas de Champions. La estrella del club, Harry Kane, expresó su deseo de ganar un trofeo y no conformarse con conseguir acceder a la Champions League. Con el apodo de «Hurricane», Kane podría estar llegando al final de su ciclo en el club y su futuro es incierto.
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