Ruth Doval, hija del político Juan de Dios Doval, recuerda el impacto que tuvo en el País Vasco el atentado sufrido por su padre en octubre de 1980. El profesor y miembro de UCD fue tiroteado por la banda terrorista ETA cuando ella tenía sólo 4 años de edad.
La reacción institucional y social fue inmediata. El atentado fue condenado por todos los partidos políticos y sectores de la sociedad vasca. La solidaridad y el apoyo a la familia Doval fue generalizado.
El ataque a Juan de Dios Doval fue una muestra más de la violencia que asolaba el País Vasco en aquellos años. La violencia terrorista no sólo era un problema de seguridad pública, sino que afectaba a la convivencia y al tejido social de la comunidad.
Ruth Doval recuerda que su padre fue un defensor de la convivencia pacífica y del diálogo entre todas las partes implicadas en el conflicto vasco. Fue un político comprometido con la defensa de la democracia y las libertades, y eso le convirtió en una víctima de la intolerancia y la violencia.
El caso de Juan de Dios Doval es uno de los muchos que sufrieron aquellos años de terrorismo en el País Vasco. A pesar de ello, Ruth Doval opina que el legado de su padre fue positivo, pues siguió luchando por lo que creía justo y defendiendo la libertad y la democracia.
Hoy en día, el País Vasco ha dejado atrás aquellos años oscuros y vive en una situación de normalidad democrática. Pero la memoria de las víctimas sigue presente y es necesaria para no repetir los errores del pasado. La sociedad vasca ha aprendido a vivir en paz y tolerancia gracias a la lucha tenaz de personas como Juan de Dios Doval, que no se dejaron vencer por la violencia y siguieron defendiendo sus convicciones y valores.
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