Javier Mascherano, exjugador del FC Barcelona, ha confesado en entrevistas que su etapa en el Barça fue más de sufrimiento que de placer. Desde el principio, Mascherano sabía que no podría ser el nuevo Busquets y tuvo que adaptarse como central para encontrar su lugar en el estilo de juego del club. A pesar de su carrera exitosa con los azulgranas, nunca logró relajarse y siempre se sintió fuera de lugar, consciente de que no se adaptaba completamente al perfil que el equipo necesitaba.
En la última etapa de Luis Enrique, cuando vio al nuevo jugador Umtiti entrenar, tuvo claro que su historia en el Barça había llegado a su fin y decidió irse. Aunque sufrió en su posición de central, salió victorioso ante el desafío y logró tener una carrera sólida en el Barça. En su presentación, Mascherano dejó en claro que no esperaba jugar todo el tiempo, sino crecer y aprender de sus compañeros.
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