En el corazón del País Vasco se esconde un pueblo que, según National Geographic, se ha coronado como el paraíso para los amantes de la carne, elevando la experiencia culinaria a un nivel superior y convirtiéndose en el destino predilecto para aquellos en busca de los sabores más auténticos y delicados de la región. Esta revelación pone de manifiesto la riqueza gastronómica de un área repleta de tradición y innovación en la cocina.
Paralelamente, el País Vasco emerge como un paraíso para los surfistas, desde Mundaka hasta Deba, con ocho playas esenciales que se han convertido en paradas obligatorias para los aficionados a este deporte. La región se ha cubierto de color gracias a las cámperes de los surfistas que encuentran en sus playas el hogar perfecto para domar las olas y vivir aventuras inolvidables.
A medida que el turismo de caravanas y cámperes gana popularidad, el 2024 ha visto un significativo incremento en las matriculaciones de estos vehículos, reflejo del creciente interés por explorar la costa vasca sobre ruedas. Esta tendencia no solo ha impulsado la economía local vinculada al caravaning, sino que también ha transformado la manera de viajar y experimentar la naturaleza y la cultura vascas.
Los amantes de la buena mesa tienen su punto de arranque ideal en Bilbao, desde donde se puede emprender una ruta de siete días que promete un viaje sensorial a través de la exquisita gastronomía vasca, la arquitectura, y los rincones más encantadores y menos conocidos de la región. Esta aventura culmina en un idilio con la naturaleza, durmiendo bajo las estrellas y despertando al son del Cantábrico.
Entre las joyas escondidas en la costa, la playa de Atxabiribil se destaca por su belleza geológica y su atmósfera única, convirtiéndose en un escenario perfecto para aquellos que buscan una experiencia de surf y naturaleza sin igual. Asimismo, la historia cobra vida en el castillo de Butrón, una fortaleza neogótica rodeada de un bosque centenario y vestigios de nobleza y historia.
La ruta se engrandece con la visita a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, inmortalizada por series de fama mundial y punto de inspiración para historias de ficción y realidad. El viaje continúa hacia Bermeo y Mundaka, dos enclaves que, protegidos dentro de la Reserva de Urdaibai, prometen la búsqueda eterna de la ola perfecta y ofrecen una postal viviente del encanto pesquero vasco.
Este itinerario no solo celebra la riqueza natural y cultural del País Vasco, sino que también invita a una exploración profunda y personal de la región, marcando el inicio de muchas historias y aventuras que quedan por escribir en las carreteras y mares vascos.
