En una contundente muestra de rechazo, varios miembros del Gobierno español han expresado su descontento con la celebración de la cumbre del partido europeo Patriotas, liderada por Santiago Abascal, este fin de semana en Madrid. El evento ha generado una ola de críticas por parte de políticos de alto rango, quienes han utilizado plataformas públicas y redes sociales para manifestar su repudio.
Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, ha sido uno de los primeros en manifestarse, denominando el evento como «la Madrid Fascio Week», interpelando directamente al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, sobre la postura de su partido respecto a las ideas promovidas por el evento. Esta declaración ha suscitado un notable eco en la red social X, donde Bolaños ha instado a reflexionar sobre los valores que promueve la cumbre.
Por su parte, la ministra portavoz, Pilar Alegría, no ha dudado en calificar la cumbre como «la fachaparty», desacreditando el tipo de patriotismo que, según ella, propaga la reunión. Durante un acto del PSOE en Zaragoza, Alegría criticó duramente a los participantes de la cumbre, sugiriendo que su compromiso con la patria está supeditado a intereses financieros antes que a una genuina preocupación por el bienestar del país.
La crítica se ha extendido también a las esferas digitales y públicas, con Óscar López, ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, manifestando su descontento a través de la red social X. López ha defendido los valores de una Madrid «abierta, europeísta, tolerante, solidaria, feminista y ecologista», posicionándose claramente en contra de los ideales debatidos durante la cumbre, la cual ha descrito como antítesis del modelo de éxito que representa España bajo el liderazgo del gobierno progresista de Pedro Sánchez.
En este contexto, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, también ha añadido su voz al coro de críticas, enfocándose en la verdadera esencia del patriotismo. Martín ha delineado una clara distinción entre el concepto de patriotismo promovido por los asistentes a la cumbre y su visión de un patriota comprometido con el bienestar y la convivencia armónica dentro del país.
Estas voces críticas del gobierno se suman a un ambiente de tensión política en España, donde el espectro ideológico se ve cada vez más polarizado. La cumbre del partido europeo Patriotas, presidida por Santiago Abascal, no sólo ha reavivado el debate sobre el patriotismo y sus manifestaciones, sino que también ha puesto de manifiesto las fuertes divisiones dentro del panorama político español. La respuesta del Gobierno a este evento subraya la profunda preocupación existente sobre el rumbo que determinadas agendas políticas puedan imprimir al país.