Fernando Alonso salvó su tercer puesto después de un accidentado final del Gran Premio de Australia. Carlos Sainz fue el responsable del accidente que llevó a una bandera roja a falta de dos vueltas para el final, lo que permitió que ambos pilotos pudieran reparar los daños en sus coches antes de la resalida.
A pesar del impacto, Alonso supo que su coche estaba bien y aprovechó para pedir a su equipo que revisara el reglamento para asegurarse de que se mantuvieran las posiciones previas al accidente, lo que le permitió mantener el tercer puesto.
Sin embargo, el español no podía estar completamente feliz, ya que fue Sainz quien provocó el accidente que hizo peligrar su podio. Aunque el piloto asturiano defendió a su compatriota ante la sanción recibida, Carlos tuvo que cumplir los 5″ tras el coche de seguridad en la última vuelta y acabó fuera de la zona de puntos.
Alonso comentó que en la primera vuelta de una resalida es muy difícil juzgar el nivel de agarre y que nadie va intencionadamente a chocar contra otro coche. El español atribuyó el incidente a la naturaleza de las carreras y no vio justa la sanción contra su compatriota.
El piloto asturiano también bromeó sobre su mala suerte en las primeras vueltas de las carreras, pero destacó la resistencia de su coche, que aguantó el embate sin problemas.
En resumen, Fernando Alonso tuvo que enfrentar un final de carrera complicado en Australia, pero supo mantener la calma y aprovechar las reglas a su favor para mantener su posición en el podio. Aunque no pudo evitar el accidente, el español dio muestra de su experiencia y de la calidad de su pilotaje.
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