En Mutriku, una pintoresca localidad de la provincia de Guipúzcoa, los residentes vivieron momentos de tensión este domingo cuando se declaró un incendio en uno de sus edificios. El fuego, que empezó en horas de la mañana, pudo ser controlado, pero dejó detrás no solo daños materiales sino también la preocupación sobre la estabilidad estructural del inmueble afectado.
A las 15.25 horas, el trabajo de los bomberos seguía en proceso, enfocándose en labores preventivas y en el enfriamiento de la estructura para prevenir cualquier incidente posterior. El tejado del edificio quedó totalmente calcinado, un testimonio silencioso de la magnitud del suceso, mientras del lugar todavía emanaba humo, una señal de que la emergencia, aunque bajo control, no había finalizado completamente.
Joseba Palenzuela, alcalde de Mutriku, mostró su preocupación y precisó que será necesario realizar una evaluación detallada del edificio para determinar el alcance de los daños y el posible riesgo de derrumbe que este podría presentar. Las imágenes de las dotaciones de bomberos trabajando contrarreloj alumbraban la gravedad de la situación, con la comunidad y las autoridades pendientes de cada actualización.
El suceso coincidió con el inicio de las festividades del municipio, un evento que suele ser motivo de alegría y reunión para los habitantes y visitantes de Mutriku. Sin embargo, este año, la atmosfera festiva se vio ensombrecida por el evento. El ayuntamiento tomó medidas preventivas, decidiendo cerrar la calle afectada como precaución, aunque manteniendo el calendario de celebraciones, un equilibrio entre la preocupación y el intento de salvaguardar las tradiciones locales.
Por su parte, la Diputación foral de Bizkaia ha estado en contacto constante con los afectados, quienes por fortuna no requirieron de realojo provisional. Sin embargo, se reconoció que el edificio sufrió daños estructurales significativos, incluido el colapso del techo y el suelo de la tercera planta, un duro golpe para la comunidad y la integridad física de su patrimonio urbano.
La respuesta de emergencia seguirá en curso hasta asegurar completamente la estructura y definir los pasos a seguir para la recuperación. Mientras tanto, Mutriku se aferra a su resiliencia, preparándose para enfrentar una reconstrucción que, aunque compleja, reflejará el espírito indomable de sus habitantes.