La política española está llena de sorpresas y una de las últimas ha sido protagonizada por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño. Durante una entrevista en el programa Espejo Público, la política sorprendió a todos dedicando su mayor piropo a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, pese a los choques públicos y privados entre ambas.
En una conversación sobre los retos que afronta el Ejecutivo en este momento, la presentadora preguntó a Calviño por sus relaciones con otras miembros del Gobierno. Ante esto, la vicepresidenta seconda respondió sin tapujos que tiene una buena relación con todas ellas, pero fue con Calvo con quien quiso destacar.
«Creo que tiene una capacidad de liderazgo extraordinaria. Me parece que es una mujer muy inteligente, muy trabajadora y muy honesta», expresó Calviño sobre su compañera de gobierno. Además, añadió que su capacidad de diálogo y de negociación es una de las mejores virtudes de Calvo como política.
Este sorprendente elogio a Calvo proviene de una relación que no siempre ha sido tan apacible como la que muestra Calviño en la actualidad. Ambas políticas han tenido sus más y sus menos, especialmente en lo relacionado con la política económica del Gobierno, patrimonio que maneja la vicepresidenta segunda.
Sin embargo, parece que la situación ha mejorado con el paso del tiempo y con la consecución de los objetivos acordados en el acuerdo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.
Este piropo de Calviño no sólo ha sorprendido por la buena relación que muestra con Calvo, sino porque también ha eclipsado a otras compañeras de Gobierno que, por su situación política o por su título, podrían haber sido objeto de un mayor reconocimiento.
Esta entrevista se ha producido en plenas negociaciones para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2021 y en un momento en el que la crisis sanitaria sigue siendo la gran prioridad del Gobierno.
El Ejecutivo ha mostrado su unidad ante la crisis, pero queda por ver cómo se comportarán los diferentes miembros del Gobierno una vez que se supere la pandemia y se debatan asuntos más complejos como la reforma del mercado laboral o la política exterior.
En cualquier caso, este inesperado piropo de la vicepresidenta segunda a la primera ha sido una muestra más de que la política española está llena de sorpresas y que, a pesar de las discrepancias políticas, siempre hay espacio para el reconocimiento y el respeto mutuo.
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