El estudio «El duelo revelado» del antropólogo Jorge Moreno para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) destaca que las mujeres han sido las principales cuidadoras de las fotografías y últimas cartas de los desahuciados del franquismo. Durante muchos años, estas mujeres guardaron silencio para sobrevivir y proteger a sus seres queridos del dolor. Sin embargo, cuando en el año 2000 surgieron los movimientos de recuperación de la memoria histórica, muchas mujeres decidieron hablar sobre las vidas truncadas de los miles de fusilados, principalmente sobre sus maridos y héroes, pero rara vez sobre su propia lucha personal.
El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, apunta que las historias de los nombres célebres son conocidas, pero no tanto las de las mujeres comunes y corrientes que sufrieron todo tipo de agresiones solo por ser mujeres y rojas. Este sufrimiento quedó sin cuantificar y registrar.
La nueva Ley de Memoria Democrática y el decreto de enseñanzas básicas de bachillerato, aprobaron en octubre de 2021 y abril de 2022 respectivamente, incorporan la perspectiva de género para conocer los sacrificios y la contribución democrática de las mujeres.
En el marco de la semana internacional de la mujer, EL PAÍS analiza, junto con víctimas y expertas, diferentes métodos de represión franquista sobre las mujeres.
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