La importancia de una alimentación saludable durante el verano
Durante el verano, muchas personas se preocupan por llevar una alimentación «limpia» y saludable, con el objetivo de mejorar su apariencia física y estar en forma para disfrutar de las actividades al aire libre. Sin embargo, es importante tener en cuenta que obsesionarse con seguir una alimentación perfecta puede generar estrés, ansiedad y dificultades en las relaciones sociales, e incluso aumentar o desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria.
Una dieta equilibrada y variada es fundamental para proporcionar al cuerpo los nutrientes necesarios. Privarse de grupos enteros de alimentos puede llevar a deficiencias nutricionales y a problemas de salud a largo plazo. Incluso las conocidas «dietas detox» han sido consideradas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como un riesgo emergente nutricional debido a su contenido en oxalatos, que pueden reducir la disponibilidad de calcio, hierro y potasio en el organismo.
En la actualidad, los trastornos de la conducta alimentaria afectan a un porcentaje significativo de jóvenes en España, según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Estos trastornos son complejos de tratar, por lo que recibir una educación nutricional desde diferentes ámbitos se vuelve vital.
María Sánchez, e-Health Manager de Cigna Healthcare, explica que aunque el verano no es un factor desencadenante de los trastornos de la conducta alimentaria, esta época del año puede aumentar la presión social y la autoexigencia relacionadas con la apariencia física. Por eso, es importante trabajar una relación sana con la comida y aprender a comer bien de acuerdo con las necesidades de cada persona.
Existen diferentes trastornos de la conducta alimentaria, pero es importante distinguir los dos grupos principales: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, que tienen identidad diagnóstica propia, y los Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados (TCANE), que incluyen trastornos como la ortorexia, la vigorexia y la potomanía.
Durante el verano, los expertos de Cigna Healthcare ofrecen consejos para disfrutar de una alimentación variada, saludable y refrescante sin comprometer la salud mental:
1. Evita las dietas restrictivas: en lugar de buscar una rápida pérdida de peso, es mejor mejorar la relación con la comida a largo plazo.
2. Mantén una rutina flexible: durante las vacaciones, es normal salir más a comer fuera y tener más reuniones sociales. Intenta mantener las rutinas alimentarias que has llevado durante el año y adapta tus comidas a las circunstancias, apostando por opciones saludables como una barbacoa con raciones controladas y fruta de postre.
3. Apuesta por ensaladas frescas: si quieres llevar comida a la playa, elige opciones saludables como ensaladas de pasta, arroz o legumbres, en lugar de bocadillos y precocinados. Pero recuerda seguir las pautas dadas por los especialistas en el caso de personas con TCA.
4. Enfócate en tu mente y no en tu cuerpo: durante el verano, es normal que se prefieran platos frescos y ligeros, pero hay que tener precaución con los alimentos excesivamente fríos, ya que pueden afectar a la digestión. Comer frío técnicamente no refresca el cuerpo, pero sí puede ayudar mentalmente.
Es importante recordar que cada persona es única y requiere de una alimentación adaptada a sus necesidades. Consultar con especialistas en nutrición puede ser de gran ayuda para asegurar una alimentación saludable durante el verano y en cualquier época del año.
