«Vecinos evacuados debido al incendio en Teruel: Sólo sobrevivimos gracias al cambio del viento en otra dirección»

El incendio que lleva cinco días afectando a Villanueva de Viver, en Castellón, ha sido noticia en toda España por la alta peligrosidad de las llamas y el trabajo incansable de los equipos de emergencia para mantener controlada la situación. Sin embargo, en medio de la tragedia, el valle donde se encuentra la población de Olba, en Teruel, ha sido noticia por otro motivo: la suerte por haberse salvado del fuego.

Los vecinos de Olba han visto de cerca el peligro que supone un incendio forestal. El pasado jueves, al declararse un fuego en la cercana población castellonense de Villanueva de Viver, recibieron la orden de desalojar sus hogares y buscar refugio en otras localidades cercanas. Durante cinco días han estado alejados de sus casas, esperando que las llamas no llegaran a su pueblo.

Pero, por suerte, el viento cambió de dirección y las llamas no llegaron a Olba. Según palabras de Juan, uno de los vecinos de la localidad, fue un «milagro» que sucedió en el último momento. Para Manuel, otro de los habitantes de la zona, el fuego no llegó gracias a que «sopló en otra dirección». Teresa, una tercera vecina, se une a la reflexión preocupada por la fragilidad de un entorno natural privilegiado que pudo haber sido consumido por las llamas, como ha ocurrido en otros lugares.

Olba es una pequeña localidad turolense de 280 habitantes, entre los que hay 52 niños, y está ubicada en un valle rodeado de montañas pobladas de bosques de pinos, donde el río Mijares discurre. Un entorno impresionante que se ha salvado de la quema pero que, al igual que otros, podría haber sido pasto de las llamas si el viento hubiera soplado en otra dirección.

El incendio de Villanueva de Viver ha calcinado casi 2.000 hectáreas y ha obligado a evacuar a más de 3.000 personas. También ha afectado a diversos parajes naturales y ha provocado importantes daños económicos a la zona. Los equipos de emergencia han trabajado sin descanso para intentar controlar las llamas y evitar que se extendieran a otras poblaciones cercanas.

Este incendio, como muchos otros que afectan a España en los últimos años, es una llamada de atención sobre la importancia de la prevención y la protección de los bosques y el medio ambiente. Los vecinos de Olba han sido conscientes de la fragilidad de su entorno y de lo fácil que es que un incendio forestal arrase con todo, aunque la suerte les haya sonreído en este ocasión.

Es importante seguir trabajando para proteger los bosques y el medio ambiente, y para prevenir incendios forestales. También es importante reconocer el trabajo incansable que realizan los equipos de emergencia en situaciones de peligro como ésta. Olba ha sido afortunada esta vez, pero otras muchas poblaciones y parajes naturales no han corrido la misma suerte. Mantener la conciencia y la prevención son claves para evitar tragedias mayores.

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