Un Sánchez combativo desafía al PP y Vox mientras el "caso Cerdán" sacude al Gobierno
En la sede de Génova nadie da crédito a lo sucedido. Pedro Sánchez, con más de cuatro horas de retraso, ha comparecido este lunes en Ferraz no para pedir perdón, como hizo la semana pasada, sino para lanzar un mensaje de resistencia. El presidente del Gobierno, ignorando casi por completo el impacto del ‘caso Cerdán’, ha salido al ataque, seguro de su continuidad. Tan seguro que ha desafiado públicamente al PP y Vox a presentar una moción de censura conjunta antes del verano.
El gesto ha sido calificado por el PP como "infantil y pernicioso", pero también ha reabierto heridas en la oposición. Santiago Abascal insiste en que Alberto Núñez Feijóo está obligado a activar todas las herramientas para frenar a Sánchez, empezando por una moción de censura, gane o no. Sin embargo, en Génova están convencidos: promover una iniciativa sin respaldo mayoritario sería un error que solo beneficiaría al Gobierno.
"Para echar una mano a Sánchez cuando más difícil lo tiene ya están otros partidos, y no estará el PP", declaró el portavoz popular Borja Sémper, en una crítica velada pero directa a Vox. Según el PP, las mociones de censura presentadas anteriormente por la formación de Abascal solo sirvieron para reforzar al líder socialista. "Hoy sería un balón de oxígeno para el sanchismo", justificó.
Los populares han endurecido el tono, acusando a Sánchez de optar por una "agonía lenta" al negarse a convocar elecciones. Además, han advertido de que "esto es solo la punta del iceberg" y que la investigación judicial terminará siendo "dolorosa". También han lanzado un mensaje a los socios parlamentarios del Ejecutivo: "Quien hoy apoye al sanchismo, mañana estará deslegitimado para hablar de transparencia".
Sin embargo, la realidad parlamentaria sigue siendo un escollo insalvable para la oposición. PNV y Junts, pese a sus críticas, rechazarían una moción de censura liderada por el PP con el aval de Vox. Los nacionalistas temen que el ‘caso Cerdán’ no quede solo en el exsecretario de Organización del PSOE, pero de momento nadie está dispuesto a tirar de la manta.
Feijóo aprieta en el Senado
El líder del PP ha decidido aumentar la presión institucional. Este martes, los populares exigirán en la Junta de Portavoces un pleno monográfico en el Congreso para que Sánchez rinda cuentas esta misma semana. La iniciativa requiere unanimidad, algo casi imposible sin el apoyo del PSOE, pero el PP busca retratar el aislamiento socialista frente al rechazo unánime a la corrupción.
El presidente ha anunciado que comparecerá "a petición propia", pero sin fecha concreta. Sí estará este miércoles en la sesión de control tras cancelar su viaje a Nueva York. Mientras, en el Senado, el PP ya planea alargar hasta agosto la comisión del ‘caso Koldo’, con la posibilidad de citar al propio Sánchez.
Lo único claro es que, mientras el entorno de Feijóo pide prudencia, el PP ya ha puesto en marcha su maquinaria para convertir este verano en un infierno político para el Gobierno. El futuro de Sánchez, cada vez más en entredicho, dependerá de cuánto aguanten sus aliados antes de que los escándalos los obliguen a soltar amarras.
