Tamames deja de lado la convocatoria adelantada de elecciones y solicita un pacto entre «partidos constitucionales» para lograr un «cambio drástico»

En los últimos días, ha habido un fuerte enfrentamiento entre el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez y el líder del Partido Popular, Pablo Casado. El detonante de la disputa ha sido el discurso que Casado pronunció en la sesión de investidura de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

En su intervención, Casado aseguró que el Partido Popular era el «antídoto» al «populismo radical» que representarían «Podemos y sus adláteres» y «un Vox que quiere ir más allá en el señalamiento y la exclusión de los que no piensan como ellos». Estas palabras no han sentado bien al presidente del gobierno, quien ha acusado a Casado de «blanquear» a Vox, partido al que ha definido como «heredero de Blas Piñar», fundador de Fuerza Nueva, una formación política de extrema derecha en la época de la Transición.

La acusación de Sánchez se refiere a la supuesta estrategia de Casado de tratar de normalizar a Vox, presentándolo como un partido más en el arco parlamentario y sin cuestionar sus postulados xenófobos y ultraconservadores. De hecho, el Partido Popular ha llegado a pactar con Vox en algunas instituciones, como la Asamblea de Madrid, donde ambos partidos apoyan el gobierno de Díaz Ayuso.

La tensión entre ambos líderes políticos ha ido en aumento desde la formación del actual gobierno de coalición entre el Partido Socialista y Unidas Podemos. El líder del Partido Popular se ha convertido en uno de los principales críticos de la gestión del gobierno en temas como la pandemia, la crisis económica o la gestión de los fondos europeos de recuperación. Por su parte, el presidente del gobierno ha acusado al Partido Popular de estar «en la estrategia del cuánto peor, mejor» y de intentar obtener rédito político con la crisis sanitaria y social que vive el país.

En este contexto, la acusación de Sánchez a Casado de «blanquear» a Vox ha generado una fuerte polémica en el panorama político español. Desde la izquierda, se ha criticado la actitud del Partido Popular de acercarse a Vox, un partido que promueve un discurso xenófobo, homófobo y antifeminista. Además, se ha acusado a Casado de tratar de tapar las posturas más extremas de Vox con un discurso supuestamente moderado.

Por su parte, la derecha ha defendido la libertad de expresión de Casado y ha acusado a Sánchez de intentar criminalizar a la oposición. Desde Vox, el líder del partido, Santiago Abascal, ha calificado las palabras de Sánchez como una «llamada al odio» y ha criticado la «obsesión» del presidente del gobierno con su partido.

En conclusión, la acusación de Sánchez a Casado de «blanquear» a Vox ha generado una fuerte polémica en la política española. La postura del Partido Popular de acercamiento a Vox ha sido criticada desde la izquierda, mientras que la derecha ha defendido la libertad de expresión de Casado. En cualquier caso, queda claro que la tensión entre ambos líderes políticos sigue en aumento y que la polarización de la política española es cada vez más evidente.

Esta noticia es un resumen informativo de noticias, puedes ampliar esta información puedes buscar en Google News o tu diario online favorito.

Scroll al inicio