Este martes se ha constituido la nueva comisión de investigación de las llamadas «cloacas policiales y políticas» del Ministerio del Interior durante los gobiernos del Partido Popular con Mariano Rajoy al frente. Este hecho ha venido acompañado de una creciente presión por parte de los socios del Gobierno -Unidas Podemos, ERC, EH Bildu y Más País- quienes insisten en la citación del expresidente popular en esta comisión.
A pesar de ello, el Partido Socialista ha mostrado ciertas dudas y se encuentra en plenas negociaciones al respecto. La decisión final sobre la citación a testificar de Rajoy deberá tomarse antes del próximo jueves, fecha en la que los distintos partidos tendrán que hacer entrega de su listado de peticiones de comparecientes.
Esta comisión de investigación, que se encuentra bajo la presidencia de la diputada de Unidas Podemos, Gloria Elizo, ha sido creada con el fin de esclarecer una serie de escándalos que salieron a la luz durante el mandato del anterior Gobierno liderado por el PP. Entre ellos, se encuentran casos como el operativo policial que destapó una trama de corrupción dentro del Ministerio de Interior, conocido como «Operación Kitchen»; o la utilización del ministerio para perseguir a rivales políticos por medio del uso de información privilegiada.
La comparecencia de Mariano Rajoy en esta comisión de investigación sería un hecho sin precedentes en la historia reciente de España. La posibilidad de que el expresidente acuda a declarar ha generado un gran revuelo político en el país y ha despertado todo tipo de reacciones por parte de la ciudadanía.
Mientras tanto, el PP ha lanzado una clarísima estrategia de minimización del valor de estas sesiones. Desde el partido se ha lanzado un mensaje en el que se asegura que las «cloacas policiales y políticas» fueron una invención del Gobierno de Pedro Sánchez y que esta comisión de investigación no hace más que perseguir y difamar a los miembros del Partido Popular.
La polémica en torno a esta comisión de investigación no es en absoluto una sorpresa en un país en el que la crispación política se ha convertido en algo habitual en los últimos años. La presencia de un posible testigo de la talla de Mariano Rajoy no hace sino aumentar la tensión y el interés en una comisión cuyo objetivo es arrojar luz sobre una serie de hechos que han generado mucha polémica en la sociedad española.
Lo que queda por ver es si finalmente el PSOE cede a las presiones de sus socios y logra acordar la citación de Rajoy o, por el contrario, se opta por un enfoque más moderado que no llegue a desatar una tormenta política de consecuencias imprevisibles. Sea como sea, lo que está claro es que la comisión de investigación sobre las cloacas policiales y políticas del Ministerio del Interior genera en estos momentos mucho ruido y muchas expectativas en el difícil panorama político que se vive en nuestro país.
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