Los «morados» no dan tregua y siguen presionando a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para que se siente a hablar con ellos sobre la formación de un Gobierno progresista. Y es que, tras las elecciones del pasado 28 de abril, España se encuentra en una encrucijada política de difícil solución, ya que ninguna de las fuerzas políticas ha obtenido la mayoría suficiente para gobernar en solitario.
Por un lado, el PSOE, que logró la victoria en las urnas, no cuenta con el apoyo suficiente en el Congreso para sacar adelante sus propuestas, por lo que necesita pactar con otros partidos. En este sentido, los «morados» de Podemos se presentan como la única opción realista para lograr un acuerdo estable y viable, aunque las diferencias entre ambos partidos parecen insalvables.
Podemos exige una coalición de Gobierno en la que se le reconozca como socio igualitario del PSOE, mientras que el partido de Pedro Sánchez prefiere un acuerdo de investidura que le permita gobernar en solitario, con el apoyo puntual de otras fuerzas políticas en casos concretos. La vicepresidenta ha dejado claro que su preferencia es la segunda opción, pero Podemos insiste en que una coalición es la única forma de garantizar un programa progresista y de izquierdas que dé respuesta a las demandas de la sociedad.
Ante este estancamiento, los «morados» no dan tregua y apuran cada oportunidad para presionar a la vicepresidenta a sentarse a hablar ya. El último episodio se ha producido en el Congreso, donde la portavoz de Podemos, Irene Montero, ha emplazado a Calvo a «dejar de marear la perdiz» y aclarar de una vez por todas si está dispuesta a incluir a Podemos en el Gobierno.
Montero ha sido contundente al señalar que «las prórrogas no le van a solucionar la vida al PSOE», y ha advertido de que, si no hay un acuerdo pronto, el país podría verse abocado a unas nuevas elecciones, con el consiguiente desgaste para todas las fuerzas políticas involucradas.
No obstante, la vicepresidenta ha replicado que «lo importante no es la foto, sino el fondo», y que lo que realmente importa es que haya un acuerdo programático sólido que garantice la estabilidad del Gobierno y cumpla con los compromisos adquiridos con la ciudadanía. En todo caso, ha asegurado que el PSOE sigue trabajando duro para lograr un acuerdo con Podemos y otras fuerzas políticas afines, y ha pedido paciencia y responsabilidad a todos los actores implicados.
En definitiva, el bloqueo político en el que se encuentra sumida España tras las elecciones del pasado 28 de abril sigue sin encontrar una solución definitiva, y la tensión entre el PSOE y Podemos sigue en aumento. Aunque ambos partidos saben que necesitan llegar a un acuerdo, lo cierto es que las diferencias entre ellos son profundas y la negociación se presenta complicada. En este contexto, la presión constante de Podemos a la vicepresidenta para que se siente a hablar ya parece que seguirá siendo una constante en las próximas semanas.
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