Sánchez y Díaz se unen para transformar la moción en una crítica al modelo político de la derecha.

La segunda moción de censura presentada por el partido Vox desde la restauración de la democracia se ha convertido en una oportunidad única para el Gobierno liderado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

A pesar de que la iniciativa, que será defendida por el excomunista Ramón Tamames, solo cuenta con el respaldo de la ultraderecha y está abocada al fracaso, su celebración permitirá al Ejecutivo una tregua en la tramitación de la reforma de la ley del solo sí es sí y otros frentes abiertos por la falta de acuerdo en la ley mordaza.

Pero para el PSOE y Podemos, la oportunidad está en convertir la moción de Vox en una censura al modelo político de la derecha. Y para ello, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se han conjurado.

La filtración el miércoles del borrador del discurso de Ramón Tamames ha sido otra ventaja para el Gobierno. En él, el candidato de Vox denuncia el “gobierno de la traición” y la “malvada coalición del Gobierno con Venezuela, Podemos, etc”. Además, critica la política migratoria y la gestión de la pandemia, así como la investigación judicial de Juan Carlos I.

La estrategia del Gobierno es aprovechar esta oportunidad para poner sobre la mesa los temas que preocupan, como la defensa de la democracia, la lucha contra la corrupción y la defensa del estado del bienestar.

El objetivo es dejar patente que hay una derecha que no es democrática y que pone en peligro la estabilidad, el progreso y la convivencia. Un mensaje que, según fuentes de La Moncloa, comparten muchos ciudadanos y que es necesario reforzar de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales.

La postura del PSOE y Podemos en este proceso será la de defender la Constitución y el sistema democrático, sin entrar en respuestas a las críticas de Vox. Así lo explicó la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

Montero hizo hincapié en que la moción de censura de Vox “no tiene ningún viso de prosperar”, pero apuntó que “es una oportunidad para que todos los grupos políticos se posicionen y muestren sus convicciones democráticas”.

El escenario ha cambiado desde la última moción de censura que presentaron los de Santiago Abascal en 2018. Entonces, el partido Vox no tenía representación en el Congreso y su iniciativa solo era una herramienta de propaganda electoral.

Ahora, con 52 diputados, Vox ha ganado peso y es percibido como una amenaza real por el Gobierno. Pero también ha sido percibido por muchas personas como un partido extremista y peligroso, y esto puede ser una oportunidad para la coalición progresista de consolidar su posición en el espectro político.

En definitiva, la moción de censura de Vox es una oportunidad que el Gobierno tiene que aprovechar para poner en valor sus políticas y para denunciar las amenazas a la democracia y al estado de bienestar. Una oportunidad que, según los expertos, no puede desaprovecharse.

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