Sánchez se dirige a Roma para reunirse con Meloni, aliada de Vox, en su agenda de visitas por Europa.

La política internacional de Pedro Sánchez ha dado un giro que ha sorprendido a muchos. Mientras que en su país, el presidente español se enfrenta con vehemencia a Vox, un partido que ha sido catalogado como de extrema derecha, en su agenda internacional ha organizado un viaje a Roma para reunirse con Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, que es vista como una aliada de Vox.

El encuentro entre Sánchez y la líder italiana se enmarca en el contexto de la próxima presidencia española de la Unión Europea. El objetivo del presidente español es discutir asuntos centrales de la agenda europea que espera encauzar durante su mandato.

La visita de Sánchez a Roma se produce después de que se haya confirmado que el presidente también asistirá a la cumbre de la OTAN que se celebrará el próximo 14 de junio. España asumirá la presidencia de la UE en el primer semestre de 2023.

Aunque Sánchez se reunirá tanto con el primer ministro italiano, Mario Draghi, como con la líder del partido de centro-izquierda Italia Viva, Matteo Renzi, el principal foco de atención estará en su encuentro con Meloni.

Meloni, que lidera el partido de extrema derecha Hermanos de Italia (FdI), ha sido vista como una aliada natural de Vox en España y de Matteo Salvini en Italia. Ambos han sido criticados por la Unión Europea por su postura anti inmigración.

En la última campaña electoral andaluza, Meloni pronunció un discurso junto a Santiago Abascal, líder de Vox, por lo que algunos sectores políticos ven este encuentro como una forma de Sánchez de acercarse a la extrema derecha.

Para otros, sin embargo, la reunión puede ser vista como una señal de que Sánchez está dispuesto a mantener una relación abierta y constructiva con todos los partidos que forman parte del espectro político español, independientemente de sus posiciones ideológicas.

El encuentro de Sánchez con Meloni no es la primera ocasión en la que el presidente español se reúne con líderes de partidos de extrema derecha. En octubre de 2020, se reunió con el líder del Partido Popular de Austria, Sebastian Kurz, que también ha sido criticado por la UE por su postura anti inmigración.

En definitiva, la política internacional de Pedro Sánchez parece estar tomando una dirección inesperada. Si bien en España se mantiene firme en su oposición a la extrema derecha, en su agenda internacional busca tender puentes con líderes políticos que representan esa misma ideología. ¿Será éste el inicio de una nueva forma de entender la política? Solo el tiempo lo dirá.

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