Marta Rovira, secretaria general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ha expresado su deseo de participar de manera presencial en una asamblea de mujeres que se celebrará en Barcelona el próximo sábado. Residiendo en Suiza desde 2018 para esquivar la acción de la justicia española, Rovira contempla su regreso a Cataluña, aunque todavía no ha tomado una decisión definitiva. Esta declaración se produce tras el reciente archivo del caso Tsunami por la Audiencia Nacional, donde ella figuraba entre los diez investigados.
En una entrevista concedida a Rac 1, Rovira se mostró ilusionada con la idea de volver a pisar suelo catalán, especialmente para estar presente en dicha asamblea y visitar su localidad natal, Vic, donde reside su familia. Sin embargo, la dirigente republicana condiciona su vuelta a las posibles reacciones de las acusaciones particulares y las recomendaciones de su defensa legal.
Un punto relevante en la toma de su decisión es el hecho de que la causa en el Tribunal Supremo, que también involucra al expresidente catalán Carles Puigdemont y al diputado de ERC Rubén Wagensberg, todavía no ha sido archivada. Este aspecto, unido a la prolongación de las investigaciones por parte del juez Manuel García-Castellón, ha sido criticado por Rovira, quien lo considera una politización del caso. A pesar de estos obstáculos, describe como «justicia poética» la invalidación de las diligencias del caso Tsunami por un error de procedimiento.
La implicación de Rovira en el referéndum de independencia de Cataluña de 2017 ha marcado profundamente su trayectoria política y personal. La reciente retirada de su orden nacional de detención por parte del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, quien adaptó la ley de amnistía al delito de desobediencia atribuido a Rovira, aporta un giro esperanzador hacia la resolución de su situación jurídica.
La decisión final sobre su regreso a Cataluña, como indica, se tomará conjuntamente con su pareja e hija, considerando los profundos vínculos establecidos en Ginebra a lo largo de estos seis años. La secretaria general de ERC manifiesta un marcado deseo de retorno a su tierra natal, condicionado por la evolución de su situación legal y la influencia de este proceso en su entorno familiar y político.