En un giro significativo que marca casi media década de escrutinio, el exfutbolista del Atlético de Madrid y actual agente, Juanma López, junto a representantes del fondo de inversión Doyen, enfrentan la posibilidad de un juicio por delitos contra la Hacienda Pública española. Después de años de investigación, el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha disminuido las acusaciones iniciales, descartando el blanqueo de capitales, pero manteniendo firme la acusación por fraude fiscal.
Doyen, conocido por su controvertida pero lucrativa práctica de comprar y vender derechos de futbolistas, y López, destacado agente del conocido delantero Álvaro Morata, están pegados en una compleja red de operaciones financieras que, según las autoridades, defraudó a las arcas públicas. La corazón del caso, denominado ‘operación Dean’, se encuentra en las presuntas actividades ilegales de evasión fiscal llevadas a cabo entre los años 2013 y 2017.
Este caso parte de una denuncia original de la Fiscalía y ha requerido de un vasto esfuerzo con colaboración internacional, recabando datos de Portugal, Malta, el Reino Unido, entre otros, y arrojando luz sobre un área del futbol profesional a menudo velada en sombras. Aunque el fondo Doyen se beneficiaba tanto de los derechos económicos de los jugadores como de los intereses de los préstamos concedidos a clubes, su práctica comenzó a ser limitada desde 2015 por regulaciones de la FIFA que buscaban mitigar este tipo de operaciones.
Los implicados, asociados a varios clubes de renombre en todo el país, supuestamente dejaron de ingresar una suma considerable en sus declaraciones fiscales, aprovechando lagunas y discrecionalidades en la legislación de varios países para maximizar sus beneficios. López y Mariano Aguilar López, según el auto, simularon no residir en España para evadir impuestos sobre los ingresos percibidos. Esta acusación no solo pone en juego años de prisión para los involucrados, sino que mancha su legado dentro del mundo del deporte.
El caso también subraya el papel crucial del despacho de abogados Senn Ferrero y su vinculación con las controversias fiscales, evidenciando una vez más las complejas redes de asesoramiento y gestión detrás de los grandes nombres del fútbol.
Al margen de este sondeo fiscal, el recorrido profesional de Álvaro Morata y las sumas millonarias involucradas en sus traspasos ponen de manifiesto la vasta cantidad de dinero que circula en ciertos niveles del fútbol, muy a menudo en las sombras. A medida que se despejan las acusaciones de blanqueo de capitales, los ojos de la justicia siguen firmemente puestos en delitos contra la Hacienda Pública, una lucha aparentemente incesante contra la corrupción en el deporte más popular del mundo.