Este sábado miles de docentes portugueses se manifestaron en Lisboa para protestar por los bajos salarios, la extrema movilidad y la desmotivación que sufren. El sindicato Stop convocó la marcha, asegurando que se habían superado las 100.000 personas, mientras que la policía rebajó la asistencia a menos de 40.000. El sueldo mínimo en Portugal es de 20.439 euros, frente a los 27.993 (infantil) y 31.300 (ESO) en España. El Gobierno baraja ofrecer una estabilidad definitiva a partir de los tres años de contrato provisional, pero el rechazo a las propuestas es común a todos los sindicatos. El Ministerio de Educación ha solicitado un dictamen a la Procuradoría General de la República sobre la legalidad de la huelga indefinida convocada por Stop. En la jornada de ayer, cerraron 32 centros en el distrito de Lisboa, donde comenzó esta protesta que concluirá el 8 de febrero en Oporto.
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