El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, viajará a China en una visita oficial a partir del próximo 31 de octubre. Esta será la primera vez que un mandatario español visita el país asiático en un lapso de 13 años, con el objetivo de impulsar las relaciones comerciales entre ambas naciones.
Sánchez se convertirá en el tercer líder europeo en pisar el país asiático desde que China decidió reabrirse al mundo después de haber superado su política de Covid cero. Este hecho es muy significativo, ya que demuestra la importancia que China tiene hoy en día en el mundo.
El líder español ha manifestado que la relación entre China y España es estratégica y que tienen intereses mutuos, lo que podría generar nuevas oportunidades de negocio y cooperación. Además, ha asegurado que en los últimos años se ha producido un importante incremento en el intercambio comercial entre ambos países, y que la colaboración se está extendiendo también hacia otros sectores.
La importancia de fortalecer las relaciones comerciales es evidente si se tiene en cuenta que China es el primer socio comercial de España en Asia. Por su parte, España es el octavo proveedor de China en Europa. Por ello, Sánchez ha señalado que el objetivo principal de su visita es estrechar lazos y conversar con los líderes chinos para ver en qué áreas se puede avanzar en la cooperación bilateral.
En junio de este año se celebró en Granada la XI Cumbre España-China, en la que ambos países acordaron profundizar en la cooperación en la lucha contra el cambio climático y en áreas como la ciencia, la innovación y el turismo. En esta ocasión, se espera que Sánchez y su homólogo chino, Li Keqiang, aceleren las conversaciones sobre el comercio y la inversión, así como otros temas de interés mutuo, como el futuro de la tecnología 5G.
No obstante, hay ciertas diferencias entre España y China en cuestiones de derechos humanos y libertades civiles, lo que podría dificultar las negociaciones. Desde el Partido Popular, su líder, Pablo Casado, ha señalado que la visita de Sánchez a China «debe estar basada en el equilibrio, la transparencia y en el respeto a los derechos humanos y la democracia».
En cualquier caso, España y China seguirán colaborando en diversos ámbitos, lo que sin duda generará beneficios para ambas naciones. Como ha destacado Sánchez, «China es un país que está llamado a jugar un papel relevante en el mundo que viene y en el que, sin duda, España quiere estar».
Por tanto, la visita de Sánchez a China se presenta como una oportunidad única para reforzar los lazos entre los dos países y para que España pueda participar en el dinamismo económico del gigante asiático. Sin embargo, también es importante que se ponga en valor el respeto a los derechos humanos y las libertades civiles, ya que son valores fundamentales que definen a la sociedad española y que no deben ser pasado por alto.
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