La Policía Nacional ha efectuado la detención de Kike Salas, reputado jugador del Sevilla FC, en una operación contra las apuestas ilegales en el fútbol profesional. Salas, de 22 años, es objeto de investigación por parte de un juzgado de Morón de la Frontera por su implicación en una presunta estafa relacionada con la manipulación de encuentros de la Primera División.
El joven defensa está acusado de provocar deliberadamente la amonestación con tarjetas amarillas durante varios partidos, en connivencia con amigos cercanos, para beneficiarse de apuestas deportivas predeterminadas. Este esquema no solo incluiría a Salas y a dos de sus allegados, sino que también podría extenderse a otros individuos del entorno del futbolista.
La serie de encuentros bajo escrutinio corresponde a la fase final de la temporada anterior, periodo en el cual el Sevilla FC ya no se jugaba nada significativo en la competición. Las autoridades, tras una meticulosa investigación liderada por una unidad especial de la Policía Nacional dedicada a combatir las apuestas ilegales, han logrado identificar varios partidos sospechosos. LaLiga, por su parte, se ha personado como acusación particular, reflejando la gravedad del caso y su potencial impacto en la integridad del deporte.
Kike Salas destacó en la temporada 2023-24 por acumular un total de 10 tarjetas amarillas, 7 de ellas en las últimas 9 jornadas, lo que le llevó a ser el jugador más amonestado en ese tramo de la competición. Muchas de estas amonestaciones se produjeron en los instantes finales de los partidos, bajo circunstancias que ahora se ponen en tela de juicio.
Este incidente recuerda al caso de Lucas Paquetá, futbolista brasileño del West Ham, acusado por forzar tarjetas amarillas para influir en apuestas, un escándalo que involucró a 60 personas entre amigos y familiares, alcanzando ganancias ilícitas de 118.000 euros.
En lo referente a las consecuencias legales, Kike Salas podría enfrentarse a una condena de entre seis meses y tres años de cárcel por estafa. Este suceso llega en un momento crítico para el jugador, quien había renovado su contrato hasta 2029 en diciembre pasado y estaba considerado como una pieza clave en el conjunto sevillista. Las últimas especulaciones apuntan a un posible traspaso a un equipo italiano, aunque el futuro de Salas en el fútbol profesional queda ahora en entredicho tras estos acontecimientos.
